Mató a su mujer a tiros, se fue "tranquilo" al bar en el que habitualmente solía tomar café y allí confesó su crimen y pidió que avisaran a su hijo y a la Guardia Civil. En su domicilio yacía el cadáver de su esposa, de 76 años como él. La cuarta víctima andaluza de la violencia de género este año.
Los agentes arrestaron en la localidad granadina de Píñar al supuesto agresor, M.L.R., después de recibir una llamada desde el bar Pepín, al que según relató a Efe TV el dueño del local, Juan Hurtado, llegó "tranquilo y normal". Eran las 7.40 de la mañana y el local aún estaba cerrado, por lo que tocó en la puerta y cuando el dueño abrió, le explicó que había disparado tres tiros a su esposa, "dos en la cabeza y uno en el pecho", una confesión que dejó a Hurtado estupefacto. "No sabía cómo reaccionar, porque tenía una actitud normal, no violenta, como cuando venía al bar a diario, y le pregunté si era verdad lo que me estaba contando", relató Hurtado aún no repuesto del todo de "un mal trago" que no acababa de creerse, ya que nunca sospechó que su cliente pudiera hacer algo así.
Como él, el resto de los poco más de mil vecinos de Píñar quedó "conmocionado" y "sorprendido" por lo ocurrido, pues la familia era conocida en el pueblo y no había sospechas de que pudiera pasar un caso similar. Tanto el Ayuntamiento como el Instituto Andaluz de la Mujer confirmaron que la víctima, identificada como M.F.J., nunca había denunciado malos tratos.
Según las primeras investigaciones, el crimen se habría producido en el domicilio familiar por disparos de un arma de fuego corta que la Guardia Civil recuperó en una nave agrícola propiedad del detenido. El presunto autor de los hechos, que permanece detenido en el cuartel de Iznalloz de la Guardia Civil, sufría desde hace unos meses un problema de salud mental relacionado con algún tipo de "trastorno delirante", según explicó a Efe la alcaldesa de Píñar, Inmaculada Oria. Según relató la regidora, los hijos le comentaron que estaban "muy pendientes" de su padre debido al trastorno que sufría de un tiempo a esta parte, aunque hasta ahora no había mostrado "conductas agresivas".
El matrimonio tiene siete hijos, uno de los cuales trabaja en el Ayuntamiento, que ha decretado tres días de luto oficial.
Se trata de una familia "conocida y querida" en el pueblo cuyos progenitores "han trabajado mucho para sacar adelante a sus siete hijos", según la alcaldesa. El presunto agresor, ya jubilado, había trabajado fundamentalmente en el campo y era aficionado a la caza.
El cuerpo sin vida de la mujer ha sido trasladado al Instituto Anatómico Forense de Granada para practicarle la autopsia.
La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, trasladó todo su apoyo a la familia y amigos de la víctima y tras condenar el crimen de Píñar expresó la necesidad de dejar claro a los agresores que la sociedad española "no consiente ni tolera" conductas de este tipo.
Aído subrayó que las víctimas de la violencia de género "no están solas" sino que "tienen todo un sistema de protección a su alcance", por lo que instó a denunciar y acudir a los profesionales especializados pero que "no minimicen nunca el riesgo porque su vida puede depender de ello".
Con este supuesto asesinato ya se elevan a diez las mujeres muertas presuntamente a manos de su pareja en lo que va de año, cuatro de ellas en Andalucía. No es el primer caso de 2009 registrado en la provincia de Granada ya que el pasado el pasado 26 de febrero una vecina de Lanjarón murió atropellada por su ex marido.
Las otras dos víctimas mortales registradas en Andalucía en lo que va de año se produjeron en Sevilla capital y en Rociana del Condado (Huelva) -en este último caso, el agresor se suicidó posteriormente arrojándose a un pozo-. En todo 2008 la violencia de género costó la vida a ocho mujeres en Andalucía. La tendencia de estos primeros meses supone un incremento ya que en el mismo periodo del año pasado los casos fueron dos.
