El balance de la criminalidad en la primera mitad del año, que acaba de hacer público el Ministerio del Interior, revela un descenso del 2% de los delitos y faltas en la provincia de Sevilla, hasta sumar un total de 47.084. Dentro de la amalgama de delitos, sólo hubo tres categorías que crecieron en este periodo: los hurtos (un 1,2% más), los robos con intimidación (el 0,3% más) y, sobre todo, los homicidios y asesinatos, que se dispararon un 175% respecto al primer semestre de 2012, esto es, once frente a cuatro.
Con el fallecimiento ayer de la niña de 7 años, la cifra de muertes violentas se eleva a doce en lo que va de año, un 71% más que en todo 2012 (en el que se registraron siete) y también alejándose de los nueve casos registrados en 2011, lo que dinamita la evolución de las estadísticas de homicidios dolosos a cuatro meses de que concluya el año.
Entre los crímenes cometidos en la provincia a lo largo de este ejercicio, uno de los que mayor impacto mediático generó fue el parricidio que consternó a Dos Hermanas en febrero pasado. Luis Briz, un joven de 34 años y con un diagnóstico de esquizofrenia, acababa con la vida de sus padres y de su hermana, con quienes convivía en una vivienda unifamiliar de la localidad nazarena, utilizando un cuchillo de cocina. Permaneció horas junto a los cuerpos e hizo vida normal antes de acudir al Juzgado y confesar la autoría de los hechos.
Eso ocurrió a finales de febrero. En marzo, la localidad de Écija despidió a una de sus vecinas, Petra Moreno, de 46 años, asesinada a manos de su marido, de 48, convirtiéndose en la primera víctima de la violencia de género en la provincia de Sevilla este año.
En mayo, el cuerpo de Ángel, un anciano de 75 años de edad, aparecía sin vida en un descampado cerca del centro cultural de Coria del Río, de donde era natural. La autopsia que le fue practicada apuntaba al estrangulamiento como posible causa de la muerte y su pareja fue detenida.
Entre los casos más recientes, se encuentra el asesinato de Manuel G.C., agricultor y vecino de La Rinconada de 46 años, que apareció muerto el pasado mes de junio en el interior de una nave de su propiedad ubicada en el polígono La Jarilla con disparos en la cabeza y ésta envuelta en una bolsa de basura, por lo que una de las líneas de investigación se centró en un posible ajuste de cuentas por deudas o pagos pendientes.
TIROTEOS // Tampoco es la primera vez que un enfrentamiento entre clanes familiares o incluso miembros de una misma familia se dirime con armas de fuego. No obstante, en los casos que han trascendido a lo largo de estos meses no ha habido que lamentar víctimas mortales hasta ahora, sólo heridos de mayor o menor gravedad.
Hace apenas unos días, el pasado 15 de agosto, una chica menor de edad, de 17 años, resultó herida de bala en un hombro en el transcurso de una reyerta entre miembros de una misma familia en la barriada nazarena de Los Potros. La joven era vecina de la vivienda donde se produjeron los disparos y en ese momento se encontraba en la puerta de su casa. Junto a ella, resultaron heridas un varón y su madre, que se interpuso en la discusión, éstos sí eran familiares de los presuntos autores de los disparos.
Además, a comienzos de año, dos personas resultaron heridas tras increpar a dos ladrones que acababan de atracar una vivienda en el municipio de Salteras, y que abrieron fuego contra ellos mientras huían.
Y el pasado mayo, en el Vacie, una reyerta entre clanes se saldó con una persona herida grave también por disparos.
