Los árboles que se sacaron del Prado con el comienzo de las obras de la biblioteca -el próximo 8 de agosto se cumple el primer año desde el arranque de los trabajos- han pasado, en su inmensa mayoría, el postoperatorio. La Universidad trasplantó 195 y, a día de hoy, sólo se han perdido 19, de los cuales 10 son arbustos.
Una visita a las instalaciones deportivas de la Hispalense en Los Bermejales sirve para constatar que los árboles traídos desde el Prado hace ahora un año, cuando arrancaron las obras de la biblioteca de Zaha Hadid, han estado bien atendidos por los médicos después de la operación de envergadura a la que fueron sometidos. Ficus, naranjos, lagunarias, melias, jacarandas y palmeras presentan un buen pronóstico. En estos ejemplares sí que se puede hablar, sin temor a equivocarse, de brotes verdes. El director de los trasplantes, Jordi García Quintanilla (hijo de Alberto García Camarasa, responsable del programa de forestación de la Expo 92), valora como "bastante positiva" tanto la operación hecha hace ahora un año -"aunque siempre se puede hacer mucho mejor"- como la de mantenimiento. Y como las opiniones son subjetivas, su afirmación se fundamenta en el último inventario, a fecha de ayer mismo: de los 195 árboles trasplantados (con una edad de entre 15 y 18 años), se han perdido 19, de los cuales 10 son arbustos (concretamente prunus cerasifera o ciruelo japonés).
Los ficus y las grevilleas -árboles de gran porte- "entrañaban bastante dificultad". Eran los que más preocupaban. De los primeros, no se ha perdido ningún ejemplar. De las 20 grevilleas trasplantadas, dos no han sobrevivido, reconoce García Quintanilla en presencia de Andrés Agudo, responsable del servicio de proyectos del Vicerrectorado de Infraestructuras, departamento que lleva las obras de la biblioteca.
Los árboles del Prado fueron repartidos en cinco zonas: en el campus de Odontología (20), en las instalaciones del SADUS en Los Bermejales (50), en una parcela contigua al citado servicio deportivo (92, que serán los árboles que vuelvan al Prado cuando las obras de la biblioteca terminen), en el Rectorado -tan sólo dos ejemplares- y en el parque del Guadaría (31, cuyo mantenimiento depende del Ayuntamiento. La Universidad, no obstante, incluye el estado de estos ejemplares en sus informes trimestrales sobre los trasplantes).
Una vez que llegaron del Prado, algunos de los árboles, caso de los ficus, fueron sometidos a un tratamiento para evitar la agresión de los hongos. Se prepararon las pocetas donde irían cada uno de ellos y se comenzaron los riegos. "La operación ha sido bastante positiva. Hay que destacar la sensibilidad de la Universidad en este asunto, porque trasplantó incluso arbustos que se iban a desechar y naranjos, algunos muy roídos por las ratas, que normalmente habrían sido desechados como inútiles para jardinería ornamental", defiende García Quintanilla.
Si en la parcela de Los Bermejales los árboles han gozado de un buen mantenimiento, en el caso de Odontología "hay algunas cosas de que se pueden mejorar". La grava americana es "invasiva" y chupa mucha agua, restándosela por tanto a los árboles. Ahora en verano no habría que descuidar el riego para que la operación de cirugía fina que se ha hecho no se vaya al traste.
