Menú
Deportes

Un aparcamiento podría sufragar el ‘nuevo’ Club Natación Sevilla

El día 26 se celebra una asamblea para informar a los socios de la situación actual.

el 20 dic 2012 / 20:09 h.

El futuro del club sevillano, en juego.

El histórico Club Natación Sevilla no pasa por sus mejores horas. Tras el cierre la semana pasada de las instalaciones de la calle Trastamara por riesgo de derrumbe, el club que preside Luis Esquivias busca soluciones para sacar a flote a una institución con más de 80 años de historia.

La decisión de cerrar fue ineludible. Esquivias relata que los operarios que estaban trabajando en la reparación de la cubierta de la piscina principal, cerrada el pasado septiembre, "observaron que había una grieta en las vigas estructurales inquietante". A eso, añade, "se une que en julio los operarios nos advirtieron de que cuando taladraban las vigas la broca entraba como en mantequilla, y especialmente nos preocupaba la zona de la piscina de bebés, que tiene 40 años, como lo demás".

Los arquitectos confirmaron a los responsables del club que había "riesgo de desplome real, y yo, responsablemente, decido cerrar de forma preventiva. No estoy dispuesto a correr ningún riesgo de accidente", afirma el presidente. Ahora el club está pendiente de que la empresa que hizo los anteriores estudios haga un nuevo informe de la situación real de todas las instalaciones.

Trabajadores. Los primeros afectados por el cierre han sido los trabajadores. El viernes el club les comunicó la situación y la idea de tramitar un expediente de regulación temporal de empleo, "y readmitirlos cuando la piscina esté en condiciones", señala Esquivias, quien ya les ha trasladado, a través del enlace sindical, el informe de los técnicos y el acta de inicio de las negociaciones, para lo que tienen quince días.

En cuanto a los socios, por el momento el club ha convocado una asamblea informativa, que tendrá lugar el próximo miércoles 26, a las 20.00 horas, en el colegio de las Esclavas, que será preparatoria para la Asamblea General que tendrá lugar en la primera quincena de enero. Aquí es donde se decidirá el futuro de este histórico club.

Luis Esquivias considera que hay dos alternativas: "Una es que no tenemos fondos propios para arreglarlo y habría que hacer una aportación de los socios a escote, pero, mi opinión es que no es una solución buena porque sería un esfuerzo enorme y seguiríamos teniendo instalaciones viejas".

La otra salida es la que propondrán los actuales responsables del club: "La idea es llegar a una nueva etapa de refundación, manteniendo la antigüedad. Derribar el club y construir instalaciones adaptadas a las necesidades actuales".

Para financiarlo, explica Esquivias, "el club es propietario del solar y del subsuelo, y se podría explotar el subsuelo, con un parking que es la idea". Para ello sería necesario "que haya un inversor al que le salgan las cuentas. A nosotros nos salen, lo que no tenemos es el dinero, pero las cuentas salen. Serían 128 plazas", indica. Según calcula el club, en principio esta obra tendría un coste de al menos seis millones de euros y tardaría unos 24 meses.

Mientras tanto, "a los socios que decidan seguir pagando una cuota de mantenimiento de gastos mínimos se les buscarían alternativas de ocio, tenemos que evitar una fuga masiva de socios", cuenta el presidente que, no obstante, afirma que "si aparece un inversor que le interese la obra se paga sola, es lo mismo que hicieron los Maristas o Nervión Plaza".

También está en manos de los socios el futuro de los equipos federados y profesionales. En este momento, "los nadadores están entrenando en los Padres Blancos, y tanto en este caso como en los equipos de baloncesto será la Asamblea la que decida", indica Esquivias, quien reconoce que "si se van a mantener o no dependerá de si los socios se dan masivamente de baja. Entonces no podríamos mantenerlos".

  • 1