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El árbitro del Betis-Las Palmas sólo tiene 22 años

Óliver de la Fuente Ramos debuta esta temporada en Segunda División. Es vallisoletano y ascendió después de pitar sólo dieciséis partidos en Segunda B.

el 10 oct 2014 / 17:06 h.

Oliver de la Fuente Óliver de la Fuente Ramos, en plena acción. Foto: CTA. El Betis-Las Palmas que se juega pasado mañana no es un partido cualquiera, sino todo lo contrario. Se trata del encuentro más atractivo de la octava jornada, reúne al líder y al quinto clasificado, pone cara a cara a dos pretendientes del ascenso directo y, por supuesto, coloca el liderato en juego, así que para resumir viene siendo lo que toda la vida se ha conocido como partidazo. El árbitro que lo dirigirá es Óliver de la Fuente Ramos. Es vallisoletano (como Julio Velázquez) y tiene 22 años. Sí, 22. No hay árbitro más joven ni en Primera ni en Segunda en la actualidad y obviamente afronta el compromiso más trascendental de su corta y meteórica carrera. De la Fuente Ramos nació el 23 de enero de 1992. Estudia Trabajo Social y se metió en el siempre proceloso mundo del arbitraje cuando era adolescente. La culpa fue de su hermano, por cierto. Ocho años después es colegiado de Segunda A tras pasar una única temporada en Segunda B. Apenas pitó 15 partidos más la vuelta de la eliminatoria por el ascenso a Segunda entre el Sestao y el Nástic (1-2), pero no necesitó más para convencer al Comité Técnico de Árbitros (CTA). Antes completó dos temporadas en Tercera. En 2011, cuando el Betis comenzó su último ciclo en la máxima categoría, estaba en Primera Regional. Ahora cruza su camino con el del conjunto verdiblanco. El domingo, sobre el césped de La Palmera, sólo habrá en teoría un jugador más joven que este sorprendente árbitro. Es el goleador de Las Palmas, Sergio Araujo, que nació cinco días más tarde que el vallisoletano, el 28 de enero del 92. En las plantillas profesionales de los dos contendientes, de hecho, sólo hay otros dos futbolistas de menos edad que Óliver: son los béticos Nono (30-3-93, 21 años) y Vadillo (12-9-94, 20). Ninguno juega ahora, uno por decisión de Julio Velázquez y otro por lesión. Sí lo suele hacer en los últimos partidos Dani Ceballos, que sólo tiene 18 años. En el otro lado de la estadística, el árbitro del Betis-Las Palmas tiene once años menos que Velázquez, que el domingo cumplió 33 y es considerado otro ejemplo de precocidad en su ámbito. Y si hablamos del técnico del rival, podría ser hasta su nieto, ya que Paco Herrera hará 61 en diciembre. También podría ser hijo de algún que otro participante en la contienda, por ejemplo Valerón, que cumplió 39 años en junio. Rubén Castro le saca once. De la Fuente Ramos ha arbitrado tres encuentros en lo que va de Liga: Llagostera-Leganés (2-0), Alavés-Barcelona B (2-3) y Lugo-Osasuna (4-3). Dos victorias locales y una visitante. Ha enseñado 17 tarjetas amarillas (seis por partido), no ha mostrado ninguna roja y pitó un penalti en Lugo y otro en Mendizorroza, este último a dos minutos del final; fue claro y nadie lo protestó. En su debut, por cierto, hizo historia, y no sólo por su juventud, sino porque el Llagostera-Leganés se celebró a puerta cerrada por sanción. Ese compromiso dejó claro el empeño y el rigor con que De la Fuente Ramos se tomó su estreno. Sólo hay que leer las observaciones que consignó en su acta.“En la revisión de la sala antidoping se observaron las siguientes deficiencias: no existe una nevera para la conservación de las muestras, no existe separación física entre la zona de espera y la zona destinada a la recogida de muestras y las botellas de refrescos son de plástico. Revisadas las porterías, se observa mediante cinta métrica que la situada a la izquierda del terreno de juego conforme se sale del vestuario mide 2,46 m. de altura en ambos laterales y 2,40 en la parte central. En la portería situada a la derecha la medida es de 2,45 m. en sus laterales y 2,41 en su parte central”, escribió. De la Fuente Ramos es consciente de que su carrera es excepcional y tiene claro cómo sobrevivir en esta selva. “Hay que comportarse de la misma manera que lo haría cualquier compañero más veterano. No soy un niño, pero tengo 22 años, así que soy muy joven. Una personalidad fuerte ayuda mucho a dirigir un partido”, explicó en una entrevista concedida a El Norte de Castilla tras su ascenso. También se define como un árbitro dialogante. “Me considero una persona muy respetuosa a la hora de dirigirme a los jugadores. Si quieres ser respetado, debes respetar. Es una norma básica para dirigir un partido. Nunca puedes ser amigo de los futbolistas, pero sí mantener una cordialidad y una educación que ayuden a ganarte el respeto”, añadió. En todo caso, De la Fuente Ramos está de acuerdo con que “no es normal” ser árbitro de Segunda a una edad a la que lo ortodoxo es pitar en juveniles o en Regional. “Alcanzar esta categoría es muy complicado, como sucede también con los futbolistas”, apostilló en la entrevista. Una última frase del árbitro del Betis-Las Palmas: “Somos personas normales. Cuando un árbitro falla, es el más preocupado, el que más triste se va a casa. Los aficionados claman ‘nos ha robado’, pero no es así”. De la Fuente Ramos es el segundo árbitro más joven de la historia en pitar en Segunda, sólo detrás de Brito Arceo. En las bandas ocurrirá algo similar. No por el extremeño Juan Manuel Sánchez Fernández, que tiene 32 años y participa en su octava temporada en Segunda, sino por el asistente castellano-leonés Daniel Pescador Hernández, otro recién ascendido que acaba de graduarse como ingeniero industrial.

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