Cofradías

Un arranque luminoso para siete días inciertos

Hoy se espera que todos los cortejos se echen a la calle aunque parece que la lluvia volverá a erigirse en protagonista en las próximas jornadas

el 24 mar 2013 / 00:17 h.

De nuevo el tiempo. La Semana Santa comienza hoy con el deseo de que se equivoquen los hombres del tiempo y finalmente la ciudad pueda disfrutar de una fiesta completa –con el permiso de las Vísperas– con pleno de cofradías en la calle. El panorama, de momento, pinta mal. Los pronósticos que barajan las hermandades inciden en una inestabilidad constante en la mayor parte de los días, con la excepción de pequeñas treguas como la que se prevé para este Domingo de Ramos, con un claro predominio del sol sobre las nubes.   El paso de frentes irá dejando precipitaciones, en mayor o menor medida, a lo largo de toda la semana. Sin embargo, habrá que estar muy pendientes a las posibles variaciones que puedan producirse en cada momento, por lo que las cofradías deberán consultar los partes por hora.   Así, para esta primera jornada está prácticamente garantizada la estabilidad con un ligero predominio de los claros y un riego de lluvia que irá disminuyendo conforme avance la tarde hasta alcanzar el ansiado 0%.   Este Domingo de Ramos se prevé por tanto luminoso. Casi 10.000 nazarenos tomarán las calles en los nueve cortejos procesionales que están previstos. Muchos de ellos, como La Paz, Jesús Despojado, La Cena o La Hiniesta, tratarán de quitarse la espinita que se les quedó clavada el año pasado cuando un fuerte aguacero a primera hora de la tarde les obligó a renunciar a su estación de penitencia. En este sentido, será un día especial para los nazarenos de estas cuatro corporaciones que llevan dos años de espera.   Pero también lo será para los empresarios sevillanos que se aferrarán a la fiesta como un salvavidas para el repunte de ventas tras una temporada de pérdidas progresivas por la crisis y la elevada tasa de paro. De esta opinión son, por ejemplo, los hosteleros, un sector que confía en sacar algún rédito a estos siete días de procesiones y turismo religioso en Sevilla.   Al margen de lo económico y lo meteorológico, la Semana Santa de 2013 será la del estreno de Carlos Bourrellier como presidente del Consejo de Cofradías tras la dimisión de Adolfo Arenas el pasado mes de noviembre dentro del caso filtraciones por la elección del pregonero, el joven Francisco Javier Segura Márquez. Pero también será el año del Señor de Pasión y su famosa túnica bordada. La pieza la recuperó la cofradía para la edición magna del Viacrucis de la Fe y gustó tanto que repetirá el próximo Jueves Santo, si el tiempo no lo impide. Varias generaciones de sevillanos nunca han podido contemplar la imagen de Martínez Montañés procesionando con la túnica de las hojas de acanto, una extraordinaria obra de bordado realizada por Patrocinio López en 1869.   Otra recuperación histórica será la del manto de tisú de la Macarena, que ha renacido de sus cenizas como lo soñó Juan Manuel Rodríguez Ojeda en 1930 para la Esperanza. Casi cuatro años de trabajo se han empleado en devolverle su esplendor original a esta joya patrimonial de la Semana Santa que lucirá la Virgen de la Esperanza en la Madrugá. En el apartado de estrenos, encontraremos además el manto de la Virgen servita de los Dolores, pieza bordada en el taller astigitano de Jesús Rosado, bajo diseño del artista Antonio Dubé de Luque; la Virgen de la Estrella procesionando, tres años después, bajo el palio de Rodríguez Ojeda; la plena culminación en el trabajo de talla del misterio trinitario del Cristo de las Cinco Llagas, un trasatlántico de nueve trabajaderas realizado en estilo romántico en madera de pino flandes comocae y que lleva la firma de los Hermanos Caballero; la finalización de la metamorfosis al dorado que ha experimentado el paso de Jesús Despojado en los dos últimos años; o el estirón, después de más de tres décadas de procesiones, del paso del Señor de la Resurrección, que ahora adquiere un sello más pasionista gracias a sus ampliadas dimensiones y al medio metro que gana la cabeza del Cristo de Buiza con respecto a la altura a la que podía contemplarse hasta ahora.   Antes de que todo ello vaya conquistando las calles, este Domingo de Ramos que alumbra una nueva Semana Santa tendrá una voz muy especial: la del niño Luis Mora-Figueroa, que a sus 13 años será el primer nazareno que pise la Campana cuando pida la venia de la Borriquita. Su gesto, casi inconsciente, dará paso al sucesivo desfile de cofradías por el trazado que lleva a la Catedral.   Precisamente, allí, en la seo hispalense, por segundo año consecutivo, las obras en el altar mayor catedralicio obligarán a las cofradías a tomar un recorrido distinto al de siempre por el interior del templo metropolitano. De este modo, los cortejos discurrirán en paralelo al Archivo de Indias hasta el fondo de la nave de San Miguel, para luego girar a la izquierda y transitar ante la Capilla Real, donde se ha decidido este año instalar el Monumento, y buscar la Puerta de los Palos.   Todo ello coordinado por un dispositivo especial de Ayuntamiento y Gobierno central que movilizará a más de 2.500 efectivos entre Policía Nacional, Local, Protección Civil, Bomberos, dos helicópteros y hasta nueve cámaras (tres más) de videovigilancia para evitar incidentes en el Centro. Llegó la hora de disfrutar. El último pleno de sol fue en 2010 Los más supersticiosos hablan de conjuro, maleficio y hasta de castigo divino. Lo cierto que es desde hace tres años Sevilla no cuenta con una Semana Santa soleada y completa con pleno de cofradías en la calle, incluida las vísperas. La lluvia ha sido una constante en la celebración de la fiesta desde 2011, cuando por primera vez desde 1846 la Esperanza de Triana no salió por el agua y la ciudad se quedó sin Madrugá, algo que no ocurría desde 1933. Entonces fue por desavenencias políticas.   El Viernes Santo y, en los últimos años, también el Jueves, lideran el ranking de las jornadas más damnificadas por las precipitaciones que se derivan del primer cambio lunar de la primavera, y en torno a la cual se programan estos días pasionistas en el calendario.   Tanto si es en marzo, como este año, como en abril, como el año pasado, el agua se ha abonado a las procesiones y no hay Semana Santa que escape al elemento líquido. De hecho, ya este año ha comenzado con mal pie, pues ayer ni Torreblanca ni la agrupación parroquial de la Milagrosa pudieron realizar sus estaciones de penitencia por los malos pronósticos que vaticinaban lluvia hasta bien entrada la noche. Por lo tanto 2013 tampoco será el año en que veremos todas las cofradías en la calle, y eso que no ha habido rogativas de agua promovidas desde el Arzobispado como en la Cuaresma del año pasado. ¡Qué penitencia la del agua!

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