Jóvenes al día

Un arte en expansión: la pastelería creativa

Mar Jurado es una joven que hace unos años decidió montar su propio negocio. Hoy está al frente de una empresa que hace del arte un trabajo y endulza la vida a sus clientes.

el 03 abr 2014 / 23:59 h.

Érase una vez una joven intrépida y emprendedora que revolucionó el mundo de la pastelería creativa en su ciudad, Sevilla. Su nombre era Mar, había estudiado Derecho y era feliz ejerciendo su profesión. Estuvo trabajando como responsable de tramitaciones administrativas en una empresa del sector de las energías renovables, hasta que perdió su trabajo con la llegada de la crisis económica, allá por el año 2009. Mar Jurado junto a una de sus creaciones, una tarta nupcial. Mar Jurado junto a una de sus creaciones, una tarta nupcial. Así podría empezar el cuento de la historia profesional de Mar. Una historia más entre miles de ellas. Pero la historia de Mar es diferente al resto, ella fue pionera, tuvo una idea, apostó por ella y consiguió materializarla. Hoy en día ese sueño se llama Tarta Chic, y ha supuesto una innovadora apuesta por la repostería creativa en un lugar donde años atrás apenas era conocida. Tras un año de búsqueda de empleo, Mar no encontró trabajo, lo inventó. Y hoy es una empresaria que endulza la vida de sus clientes al mismo tiempo que hace de la repostería todo un arte, todo un modo de vida. El boom de la pastelería creativa se instala en Sevilla hace relativamente poco tiempo. Han sido muchos los locales que ofrecen este tipo de productos y servicios por cualquier zona de la ciudad. Pero no todo el mundo puede decir que su idea fuera genuina. Dice Mar que le gustaba mucho la cocina, la repostería. «Hice varios cursos a nivel personal, por pura motivación». «Tenía que hacer algo que a mí a nivel personal me hiciera sentir bien y entonces vi una línea de negocio en la pastelería americana, que todavía en España no había surgido con el boom que hay ahora», indica. Reconoce que al principio estaba perdida: «Me metía en internet para darle forma a mi idea de negocio. Entonces llegué hasta Andalucía emprende y los CADE (Centros de Apoyo al Desarrollo Empresarial)». Fue allí donde le ayudaron a hacer realidad su idea, ofreciéndole formación, asesoramiento y un espacio físico gratuito donde desarrollarse. Su negocio tiene tres líneas fundamentales. Por un lado, una parte de obrador donde elabora dulces creativos para bodas, bautizos, comuniones, y todo tipo de eventos empresariales. De otro lado está la formación. «Doy cursos tanto a empresas confiteras que quieren aprender de repostería creativa, como a particulares que tienen un hobby». Incluso ha impartido cursos de inserción para el empleo de Cruz Roja. La tercera línea de negocio consiste en una tienda online con una serie de productos, donde se pueden diseñar tus propias galletas y tartas. Tarta Chic es un negocio novedoso incluso en su puesta en marcha. No tienen un obrador físico donde elaborar. «Yo tenía claro que no quería trabajar para la persona que me alquilara el local, ni para el banco que me diera un crédito», apunta Mar. «No quería tener que cubrir unas ventas para poder ir pagando gastos fijos cada mes», comenta, «he creado un negocio donde los gastos fijos sean los menos posibles». El CADE le ofrece una oficina durante un tiempo determinado, es allí donde recibe a sus clientes. «Cuando tenemos que hornear, alquilo un horno para elaborar los productos y decorarlos, las horas que sean necesarias». De esta forma, apunta Mar, sólo tiene que repercutir en el precio de venta de su producto las horas dedicadas al alquiler y transporte si fuera necesario. «Yo lo he montado de una forma bastante segura en el sentido de que el riesgo es mínimo. No he pedido un crédito, no debo nada a nadie. Todos esos son mis recursos, si me va bien, me va bien a mí, si no me va bien, pues no le debo nada a nadie», añade. Dice no tener intención de montar una tienda de atención al público: «Yo como funciono, funciono muy bien». Su trabajo le permite desarrollar una labor profesional y a la vez tiene una vida personal buena. «No me siento atada a mi negocio», aclara. Para ella este hecho ha sido todo un descubrimiento, ya que como manifiesta: «yo siempre había trabajado por horarios, ahora trabajo por objetivos». En cuanto a la expansión del negocio, al principio Tarta Chic nació como un proyecto personal. Ahora hay otra persona que está trabajando con Mar, dedicándose al apartado de diseño gráfico y apoyo externo en todo lo relacionado con la página web. Hablando de emprendimiento, Mar cree que nos venden que hay mucho apoyo para los emprendedores, aunque después no es tanto. «En este momento ser emprendedor está de moda, pero no, ser emprendedor es una necesidad», manifiesta. Matiza que en España no hay cultura emprendedora y que quien se hace emprendedor es porque no le queda más remedio. Indica que la Administración ayuda mucho con formación, pero poco con dinero. «Dinero es lo que necesita sobre todo un emprendedor para poner en marcha su negocio y es lo que precisamente la Administración no tiene», añade. Comenta que sigue formándome como empresaria y está pasando por todas las fases de un negocio: «iniciar un negocio que era novedoso en España, un negocio que se va dando a conocer y un negocio que tiene que sufrir ahora la saturación del mercado». Expone que el emprendimiento siempre bien apoyado y planteado va a generar trabajo no sólo para la persona que emprende, sino que se puede contratar personal que ayude a que tu empresa crezca. Señala que en España hay mucho miedo al fracaso, «del fracaso se aprende mucho, yo me he equivocado muchas veces con mi negocio y lo único que he hecho es aprender más». En cuanto a su plan de futuro comenta que es seguir creciendo y haciendo felices a sus clientes. Indica que readaptarse según las necesidades es una de las claves del éxito. «Soy muy feliz con lo que hago, puedo expresar toda la creatividad que llevo dentro y sobre todo, estoy aprendiendo mucho». Y para ponerle fin al cuento, a la historia profesional de Mar, no podemos decir eso de «Y colorín colorado, este cuento se ha acabado», porque si algo queda de manifiesto es que Mar seguirá progresando y teniendo éxito en su proyecto, está claro que con ella, el cuento aún no ha acabo.

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