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Un atentado suicida mata a dos soldados españoles en Afganistán

Un suicida talibán asesinó ayer en Afganistán al cabo primero Rubén Alonso y al brigada Juan Andrés Suárez al empotrar su camioneta cargada de explosivos contra el convoy en el que viajaban los militares españoles. El atentado dejó otros cuatro soldados heridos, uno de ellos muy grave. Su blindado quedó destrozado.

el 15 sep 2009 / 18:06 h.

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Un suicida talibán asesinó ayer en Afganistán al cabo primero Rubén Alonso y al brigada Juan Andrés Suárez al empotrar su camioneta cargada de explosivos contra el convoy en el que viajaban los militares españoles. El atentado dejó otros cuatro soldados heridos, uno de ellos muy grave. Su blindado quedó destrozado.

Dos nombres más, dos militares más, engrosan desde ayer la penosa lista de 144 militares españoles muertos en acto de servicio en misiones internacionales. Esta vez las víctimas han sido el cabo primero Rubén Alonso Ríos, de 30 años, vigués de nacimiento, y el brigada Juan Andrés Suárez García, natural de Mieres (Asturias), de 41. Ambos pertenecían a la Brigada Ligera Aerotransportable (Brilat), con sede en Figueirido (Pontevedra), llevaban desde octubre en Afganistán y estaban a punto de regresar a casa. Tan a punto que el pasado miércoles ya partió desde Zaragoza al país asiático parte del contingente que debía relevarles.

Según informó ayer conmocionada la ministra de Defensa, Carme Chacón, el ataque contra las tropas españolas se produjo a las 12.30 hora local (8.00 hora de España), cuando el convoy en el que viajaban Suárez y Alonso regresaba a su base de Camp Stone, en Herat. Su blindado cerraba una delegación compuesta por 12 camiones del Ejército Nacional Afgano y seis blindados españoles; los militares que iban en esos vehículos tenían como misión formar al naciente ejército afgano, que aún camina con las muletas de las fuerzas internacionales pues no ha tenido autonomía ni medios desde que el país fue invadido, en 2002, para dar caza a Osama Bin Laden.

A unos 40 kilómetros de su destino, en Aziz Abad, en el distrito de Shindand, un afgano talibán que viajaba en su camioneta Toyota detrás del convoy aceleró de pronto y empotró su vehículo, "cargado con gran cantidad de explosivos", contra el último de los blindados. La deflagración que se produjo de inmediato mató en el acto a los dos militares y dejó heridos al cabo primero Antonio Cures García, que está ingresado en estado grave en el hospital de la Base de Herat, donde tuvo que ser operado; el capitán Enrique Dopico Rodríguez; el sargento primero Gonzalo Miguélez Diéguez; y el cabo Alberto Cao Pérez. Los tres últimos permanecen en el mismo hospital y su estado es leve.

La cadena de televisión árabe Al Jazeera recibió un comunicado en el que la insurgencia talibán -arrancada del poder por las tropas internacionales- asumía la autoría del atentado, convertía en héroe al "mulá Habibullah", el supuesto suicida, y se felicitaba de la muerte de los militares. Fuentes del Ministerio de Defensa español afirmaron que no es descartable que el ataque estuviese dirigido a las tropas de Estados Unidos, que también operan en la zona formando una coalición contra el terrorismo internacional que colabora con la ISAF (la Fuerza de Asistencia para la Seguridad), de la que España es miembro. El atentado podría estar vinculado, sostienen, con el bombardeo que el 5 de noviembre realizaron fuerzas estadounidenses en Wech Baghtu, en el que accidentalmente mataron a 40 civiles, muchos de ellos niños. "Es posible que no prestaran atención a la nacionalidad de los soldados", añaden desde Defensa. De hecho, la Policía afgana informó inicialmente de que las víctimas del atentado eran italianas.

Defensa especificó que el vehículo era un BMR (blindado medio de ruedas), un blindado ligero de transporte de tropas. Llevaba inhibidor de frecuencia, pero ese dispositivo sólo repele la onda expansiva de una explosión; el blindaje, a su vez, amortigua los efectos de una mina. Sin embargo, un choque como el de ayer, con un coche lleno de explosivos, es una "amenaza difícil de contener", sostienen desde el Ministerio. "La carga podía reventar un carro de combate", añaden.

Chacón, que elogió el trabajo de los soldados que "exponen su vida" por el "bienestar" del "distante pueblo afgano y por la seguridad de los españoles", viajó ayer a Afganistán para repatriar los cuerpos, junto al Jefe de Estado Mayor de la Defensa, general José Julio Rodríguez. El mal tiempo puede retrasar el proceso.

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