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Un Betis notable firma tablas ante la Juventus

Mel no ocultó sus cartas para el derbi ante el Sevilla y optó por un trivote en la medular. Jorge Molina y Jefferson Montero indultaron a una Juve envejecida. 

el 13 ago 2011 / 21:17 h.

Los béticos Nacho y Dorado se anticipan a Matri, de la Juve.

No era el Sevilla ni un derbi prematuro. No era el estreno liguero ni un bautismo precipitado. El Betis de Pepe Mel, que ha alternado luces y sombras en la pretemporada, exhibió su rostro amable y sus cualidades primigenias, las de la Copa Bayona, en Salerno y ante la Juventus, aquella vecchia signora que ahora purga sus pecados con Del Piero ya envejecido y Buffon y Pirlo domesticados. Las tablas definitivas confirman que el proyecto heliopolitano, aún en su fase embrionaria, es apto para luchar en la jungla de Primera. 

En el primer acto, Mel decidió disponer un 4-3-2-1. El trivote que integran Salva Sevilla, elegante, el vasco Beñat, sacrificado, e Iriney, peón de ajedrez, dota de orden y eficacia al fútbol creativo que ejecuta el almeriense. El cuadro de La Palmera no asió el rol de víctima ni se refugió en el papel de rival inocente. Protegió el área del arquero Casto con suma astucia, pero su inteligencia se deprime en los últimos metros, allí donde el gol cotiza al alza y el '9' es un producto de lujo.

En los instantes iniciales, Krasic dibujó una autopista por el carril diestro. El serbio desnudó al impreciso Nacho y generó peligro en las inmediaciones del candado de Casto, que se exhibió en un disparo de Pasquato que escupieron su guante y su aliento. Antes del ecuador del capítulo inaugural, el canario Rubén Castro protestó un posible penalti y Jefferson Montero, sagaz, rápido y atrevido, cruzó un zurdazo que si hubiera besado la escuadra de Buffon hubiera adquirido el título de obra de arte.

Fue en las postrimerías del primer tiempo cuando el plantel de Pepe Mel acarició el 0-1. Salva Sevilla, dignísimo para la máxima, se despojó de sus complejos y se lanzó al ataque. Buffon neutralizó el gol en un chut de Jefferson y en otro lanzamiento del virgitano, especialmente inspirado. La Juve, la presunta favorita, despidió el acto inicial con una sensación de fatiga y cierto desconcierto general.

Descaro en ataque 

Tras la reanudación, y antes del carrusel de sustituciones, el Betis secó a la Juve, calibró los prismáticos y anduvo, sin dudas, por el descaro. Rubén Castro dibujó una vaselina que Storari, suplente de Buffon, desvió con el corazón. En plena sinfonía, Jorge Molina, puro pundonor pero sin el olfato necesario aún, perdonó una contra de manual que inició Salva Sevilla.

Los relevos, con Del Piero elevado a figura de estrella, recrearon un nuevo panorama. La Juventus apostó por el gol y trató de intimidar a Casto, que, con Fabricio lesionado, será el titular en el derbi. Con orden y Sergio sobre el césped, el Betis soportó el ritmo del experto. 0-0. Cierren el expediente. Notable alto.

Ficha técnica:

0.- Juventus: Buffon (Storari, m. 46); Lichtsteiner, Bonucci, Barzagli, De Ceglie; Pirlo (Pazienza, m. 74), Marchisio; Krasic (Sorensen, m. 78), Matri (Iaquinta, m. 64), Vucinic (Del Piero, m. 64); y Pasquato (Ruggiero, m. 78).

0.- Real Betis: Casto; Chica (Isidoro, m. 74), Mario (Amaya, m. 54), Dorado (Calahorro, m. 86), Nacho (Álex Martínez, m. 74); Salva Sevilla (Matilla, m. 64), Iriney (Cañas, m. 74), Beñat (Sergio, m. 64); Jefferson Montero (Juanma, m. 74), Rubén Castro; y Jorge Molina.

Árbitro: Celi di Bari, de Salerno. Sin amonestaciones.

Incidencias: 28.000 espectadores en las gradas del Stadio Arechi. 

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