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Un broche de oro a los Juegos de China rodeado de secreto

China da mañana el cierre a sus Juegos Olímpicos, los que la han coronado como primera potencia deportiva mundial, con una ceremonia de la que todavía no se saben demasiados detalles, pero que promete ser más espectacular.

el 15 sep 2009 / 10:25 h.

China da mañana el cierre a sus Juegos Olímpicos, los que la han coronado como primera potencia deportiva mundial, con una ceremonia de la que todavía no se saben demasiados detalles, pero que promete ser más espectacular que en Olimpiadas anteriores y dará gran protagonismo a Londres, la sucesora de Pekín.

Alrededor de 7.000 artistas -menos de la mitad de los figurantes que hubo en la espectacular apertura- participarán en la fiesta que pondrá punto final a los Juegos, y que está dirigida, como la inauguración, por el director de cine Zhang Yimou, lo que asegura belleza, refinamiento y cultura china a raudales.

En Juegos Olímpicos anteriores, las ceremonias de clausura suelen ser meros actos de trámite, bastante informales, en los que el apagado del pebetero y la entrega de la bandera olímpica a la próxima sede son los únicos actos medianamente solemnes.

Pero en los Juegos de China, país amante de los espectáculos faraónicos y barrocos, no se va a perder esta segunda oportunidad para asombrar de nuevo al mundo: algunos de los que han podido ver los ensayos generales de la clausura aseguran que será una ceremonia muy entretenida y diferente a las anteriores.

El morbo de la clausura reside, como viene pasando en las últimas ediciones de los Juegos, en ver si el presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, asegura en su discurso final que los de Pekín han sido "los mejores Juegos de la historia", pese a la controversia y la politización que les ha rodeado.

La ceremoniosa expresión fue pronunciada por su antecesor, Juan Antonio Samaranch, en Barcelona o Sydney, pero no, por ejemplo, en Atlanta, cuyas Olimpiadas no dejaron buen sabor de boca en lo organizativo.

Se sabe que en ella se repetirá un espectáculo de artes marciales, con 350 alumnos de escuelas de kung fu acompañados por 60 músicos tocando el erhu (violín tradicional chino).

El clímax de la ceremonia será el apagado del pebetero, que 16 días antes fue encendido por el mítico ex gimnasta chino Li Ning.

No habrá tantas personalidades políticas en esta fiesta como ocurrió en la apertura, a la que asistieron un centenar de mandatarios, aunque se cuenta con la presencia destacada del primer ministro británico, Gordon Brown, para recoger el testigo de las Olimpiadas, que viajarán de China al Reino Unido.

Habrá también grandes ausencias, como la de la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, quien en principio había prometido asistir a la fiesta pero finalmente canceló el viaje, debido a las "intensas gestiones" que encara estos días por el conflicto entre Rusia y Georgia.

El Reino Unido -uno de los países que más han despuntado en el medallero final de Pekín 2008- tendrá un papel protagonista en la ceremonia, en la que se sabe que participarán destacadas celebridades británicas como el futbolista inglés David Beckham o el ex guitarrista del grupo de rock Led Zeppelin, Jimmy Page.

Al final de la ceremonia de clausura, el alcalde de Pekín, Guo Jinlong, hará la entrega de la bandera olímpica a Boris Johnson, su homólogo londinense, dando así comienzo la XXX Olimpiada (periodo de cuatro años que culmina con la gran cita deportiva).

Aunque los últimos días han amanecido despejados en Pekín, los partes meteorológicos advierten de posibilidad de lluvia durante la ceremonia, lo que podría poner en marcha los mecanismos de los que el Ayuntamiento capitalino dispone para controlar el clima (por ejemplo, lanzando productos químicos a las nubes para provocar precipitaciones o frenarlas, según haga falta).

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