Las frituras, una vez a la semana; platos precocinados, ninguno y la fruta, al menos, cuatro días. La alimentación en edades tempranas es esencial para prevenir futuras dolencias. Por ello, se ha puesto en marcha un plan para que los menús escolares sean saludables. Ya los han adoptado el 90 por ciento de los centros públicos.
Es bien sabido que el tomar un pasteles o chucherías durante los recreos, acompañar las comidas con bebidas refrescantes o abusar de la comida rápida es perjudicial para la salud de los más pequeños. Sin embargo, estos hábitos siguen vigentes en buena parte de la sociedad. Los últimos datos registrados por el Ayuntamiento hispalense lo reflejan claramente: el 17% de los niños sevillanos -hasta los 14 años- padece obesidad.
Sevilla está a la cabeza de Andalucía y ésta a la de España en lo que a esta patología infantil se refiere. Y no sólo obesidad, cada vez más niños y jóvenes padecen enfermedades derivadas de una mala alimentación: diabetes, hipertensión, dolencias cardiovasculares e, incluso, tendencia a padecer cáncer.
Conscientes de que los hábitos alimentarios se forjan en edades tempranas en los hogares pero también en el colegio, la Delegación municipal de Salud y Consumo ha puesto en marcha un Plan Integral de Salud Alimentaria con el que se pretende modificar la conducta alimenticia de los más pequeños.
El estudio previo a la elaboración del plan que realizó el Consistorio hispalense revelaba además que los jóvenes entre 14 y 25 años tomaban de forma deficiente frutas y verduras e hidratos de carbono y fibra. "Vimos que tenían grandes deficiencias y decidimos que actuar en los comedores escolares era una buena forma de poner freno a esta situación" explicó ayer Teresa Florido, delegada de Salud y Consumo en la presentación de la primera fase de dicho plan, en cuya ejecución también ha colaborado la Delegación provincial de Educación.
Las inspecciones que desde 2005 ya se venían llevando a cabo en comedores escolares de colegios públicos de la ciudad revelaron que el 86% no tenían menús adecuados, una tendencia "que se ha ido invirtiendo". Con el nuevo plan municipal, además de realizarse 187 inspecciones durante el presente curso escolar y numerosas actuaciones formativas e informativas destinadas a los miembros de la comunidad escolar, se ha elaborado un protocolo nutricional que se incluye en el pliego de prescripciones técnicas para la contratación de servicios de catering en los colegios. "Hemos trabajado con cuatro de las empresas que abastecen a los colegios: Serunión, Ajacatering, Aramark y Dujonka", señaló la delegada.
Aunque al principio se mostraron reticentes a los nuevos menús, "sobre todo padres y niños", ahora, tras dos meses de su puesta en marcha, el 90% de centros públicos con comedor de la ciudad, ya lo han adoptado y gozan de "una aceptación favorable". "Estos menús están ajustados a cada edad del escolar", explicó Antonio Fernández Bermudo, director general de la Delegación Provincial de Educación, quien señaló que aunque en esta primera fase se ha trabajado con los 80 colegios públicos de la capital que tienen comedor, lo que se pretende es que este plan se implante "en toda la provincia".
Un menú en el que destaca la eliminación de las grasas saturadas y alimentos precocinados, se oferta carne de naturaleza magra y frituras una vez a la semana; el pescado y legumbres dos; los cereales deben ser integrales y los productos lácteos bajos en grasas; verduras en el menú diario; o el uso de sal yodada y aceite de oliva, entre otras recomendaciones. Lo que está claro es que, como señaló Florido, "para que realmente sea efectivo, debe completarse con unos buenos hábitos en casa".
