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Un buey con prisas por llegar al Rocío

Será porque es el primer año que hace el camino y tenía ganas de llegar a la Aldea, o porque al llamarse Enamorado la primavera lo alteró, el caso es que un buey de 800 kilos se le escapó ayer a la hermandad del Rocío de Triana y llegó al trote a la avenida Carlos III, dando un buen susto a los conductores. Los romeros lo capturaron sin problemas.

el 16 sep 2009 / 03:12 h.

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Será porque es el primer año que hace el camino y tenía ganas de llegar a la Aldea, o porque al llamarse Enamorado la primavera lo alteró, el caso es que un buey de 800 kilos se le escapó ayer a la hermandad del Rocío de Triana y llegó al trote a la avenida Carlos III, dando un buen susto a los conductores. Los romeros lo capturaron sin problemas.

La huída se produjo a las 11 de la mañana y la solventaron los propios peregrinos de Triana en cinco minutos, alcanzando y llevándose al toro castrado, que es completamente manso. Pero eso que se lo expliquen a los sevillanos que iban camino de la playa y, en la rotonda de Mapfre, se vieron venir a un tremendo buey marrón con semejante cornamenta. Fueron varios los que llamaron al 112 para dar el aviso.

El animal, de casi cuatro años de edad, acababa de ser trasladado al Charco de la Pava, donde la hermandad rociera lleva desde el viernes montando sus carretas para salir hacia la Aldea el miércoles, pero al bajar del camión vio "campo abierto" y decidió echar a correr, según explicaron los romeros. Como los chavales que ayudaban a conducirlo lo persiguieron, el animal corrió más aún, llegando a la avenida Carlos III.

El alcalde de carretas, más fajado en estos desaires de los animales, cogió el coche y lo siguió hasta lograr pisarle la coyunta, la cuerda que llevan atada precisamente para evitar que se escapen. Como son animales mansos, una vez parado Enamorado no ofreció resistencia y acompañó a los romeros hasta el campamento, donde se tumbó a descansar tranquilamente entre los rastrojos junto a otros bueyes de la misma envergadura y similar cornamenta. El joven Enamorado, que este año se estrena en el Rocío, ni siquiera es de los más grandes: con sus 800 kilos no puede competir con los toros de hasta 1.200 kilos con los que comparte el camino. "Comen 15 kilos de pienso al día cada uno, que llevamos en la carreta", especifican sus cuidadores.

Este toro castrado, uno de los 82 animales que tirarán de las carretas que la hermandad lleva este año, había sido trasladado al Charco de la Pava desde la Hacienda Torrequemada, donde desde enero estaban siendo domados. Las carretas se llevaron el viernes para adornarlas antes de salir el miércoles hacia la Aldea del Rocío, y las cabezas de ganado (82 entre toros, bueyes -toros castrados- y vacas) empezaron a llegar a primera hora de ayer, trasladadas en camiones desde la hacienda Torrequemada, entre Bormujos y Bollullos.

Los animales son cedidos cada año por sus dueños, ganaderos hermanos de Triana, para que trasladen los remolques. Aunque de vez en cuando se escapa alguno, los romeros no recordaban ayer otro caso en el que hubiera llegado a la carretera.

Y eso que estos días las hermandades rocieras acaban reuniendo casi dos centenares de cabezas de ganado junto a la ciudad: unos 165 sólo entre las tres con más carretas, que lidera Triana. Junto a ella, los 58 animales alquilados y cedidos por hermanos que tirarán de las carretas de la hermandad de Sevilla llegarán el miércoles -sólo un día antes de su salida- al antiguo cuartel de Artillería del barrio de San Bernardo, según detalló ayer el hermano mayor, José Ramón Candau. Los 24 del Rocío de la Macarena también se trasladarán desde Dos Hermanas un día antes de la salida, el martes, al campamento bajo el puente del Alamillo donde los peregrinos ya decoraban ayer la comitiva, como explicó el hermano mayor, Jesús Reina.

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