El presbiterio de San Juan de la Palma será clausurado al culto después de Semana Santa entre dos y tres meses. Las imágenes de la Virgen de la Amargura y del San Juan se trasladrán a la capilla sacramental del templo. La cofradía emprenderá la reforma del camarín de la Virgen.
Alrededor de 80.000 euros invertirá la Hermandad de la Amargura en el proyecto de reforma del camarín de la Virgen, cuyas obras se encuentran a expensas de la correspondiente comunicación de la concesión de la licencia.
Con esta reforma, la hermandad persigue, de un lado, ampliar la superficie útil del camarín, demasiado angosto para el trabajo de los vestidores, y, de otro, dotar a este espacio de las medidas necesarias para la protección contra el fuego y de otras para el control de la temperatura y humedad.
Según explica el arquitecto Francisco Gutiérrez Carrasquilla, autor junto a Manuel Ubaldo Martín del proyecto de reforma, el camarín "se va a hacer nuevo completamente", ya que se va a proceder a la demolición de las actuales escaleras de acceso, así como de las paredes y el techo del camarín para, posteriormente, hacer nuevos forjados a mayor altura.
Aunque el aspecto exterior del altar mayor no se va a modificar, lo cierto es que las dimensiones del camarín se ampliarán de manera notable. "De todo el frente del altar mayor, el camarín ocupa hoy día la tercera parte. Una vez que acaben las obras, pasará a ocupar prácticamente la mitad", sintetiza Gutiérrez Carrasquilla.
El proyecto incluye además la instalación de un montacargas o plataforma elevadora con una doble finalidad: la de bajar y subir las imágenes al camarín con mayor comidad -tarea que hasta ahora se realiza entre dos personas a través de una escaleras con peldaños muy altos y estrechos, con el consiguiente peligro para su intregridad- y pensando también en que las personas impedidas puedan acceder al camarín y contemplar a la Virgen de cerca, una vez que éste sea visitable.
Con todo, el objetivo fundamental consiste en dotar de medidas de seguridad al camarín para proteger a las imágenes de un posible incendio. Así, se creará un compartimento estanco, dotado de un telón cortafuegos que estará conectado a un sistema de alarma, "de manera que en el momento en que se detecten las llamas o humo se cierre y quede aislado por un periodo máximo de dos horas", señala el arquitecto.
Los hermanos ya han podido contemplar una recreación del proyecto, incluso con el revsetimiento final. La decoración del camarín se hará con zócalo de mármol, estuco y en el fondo una especie de tapiz en material cerámico, repitiendo dibujos característicos de los bordados de la cofradía, y con una cenefa también cerámica con reflejos dorados representando las letanías y motivos marianos.
El deseo de la junta de gobierno es arrancar las obras después de Semana Santa. "Si no tenemos ningún inconveniente, suponemos que en un par de meses podrían darse las obras por finalizadas".
El presupuesto de la reforma ronda los 80.000 euros. La continuidad de los cultos ordinarios así como de las ceremonias ya comprometidas está garantizada. Lo que sí será necesario es clausurar completamente el presbiterio de la iglesia. Durante el tiempo que duren las obras, las imágenes serán llevadas a la capilla sacramental.
