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Un caso cada vez más embrollado

El juez que investiga la muerte de un directivo del BBVA tomó el viernes declaración a varios testigos, entre los que se encuentra su yerno, cuya declaración complica más el caso, al afirmar que la casa estaba algo revuelta y que su suegra, sospechosa y en prisión, no entró en la casa. El hermano del fallecido dijo que ella le había amenazado de muerte. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 18:22 h.

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El juez que investiga la muerte de un directivo del BBVA tomó el viernes declaración a varios testigos, entre los que se encuentra su yerno, cuya declaración complica más el caso, al afirmar que la casa estaba algo revuelta y que su suegra, sospechosa y en prisión, no entró en la casa. El hermano del fallecido dijo que ella le había amenazado de muerte.

La muerte de Andrés Toro Barea sigue siendo una incógnita. El viernes el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Sanlúcar la Mayor, que investiga el caso, tomó declaración a cuatro testigos, propuestos por la defensa de Natividad Cantero, la ex posa del directivo del BBVA que se encuentra en prisión preventiva desde el 31 de julio, como única sospechosa del crimen.

El fallecido fue encontrado en su casa de la urbanización La Juliana, en Bollullos de la Mitación, el pasado 15 de junio con dos tiros realizados a corta distancia. Su yerno fue una de las personas que lo localizó y el viernes prestó declaración por primera vez ante el juez, pues de momento sólo lo había hecho ante la Guardia Civil. El joven explicó que entró en la casa junto con el vigilante de la urbanización, después de que su mujer hubiera sido alertada de que Andrés, de 55 años, no había acudido a su puesto de trabajo.

Según fuentes de la defensa, éste dijo que la casa "estaba algo revuelta" cuando entró, pues había "papeles y fotografías de mujeres" por el suelo. Además, sostuvo que ni su mujer ni la principal sospechosa entraron en la casa. En este sentido, el informe de la Guardia Civil certifica que no se encontraron restos de pólvora en la ropa de Natividad y sí en algunos de los testigos que accedieron al chalet, lo que se puede explicar porque éstos estuvieran en contacto con el cadáver.

El yerno de la víctima dijo al juez que él y su mujer sí visitaban "muchas veces" a su suegro, pero la ex mujer de la víctima "no iba a La Juliana desde noviembre de 2007". Otro de las testigos, una procuradora que trabaja para el BBVA, también declaró el viernes y aseguró, según las mismas fuentes, que "desde hacía tiempo" Andrés el daba "menos trabajo, porque ella no atendía a sus propuestas sexuales". Una situación que "había puesto en conocimiento del banco a principios de año".

El hermano de Andrés también estaba citado el viernes a declarar. Él sostuvo ante el juez, Francisco Javier Carretero, que Natividad "había amenazado de muerte" a su hermano "hace unos cuatro o cinco años", es decir, antes de que se fuera a vivir a la urbanización de Bollullos, según la defensa de la imputada.

El caso sigue siendo una auténtica maraña, en le que incluso hay versiones contradictorias. El último en declarar, antes de los testigos del viernes, fue el vigilante de seguridad que sostuvo que la ex esposa estuvo al mediodía en casa de Andrés. Sin embargo, dijo que no recordaba si iba o no acompañada de un hombre, pese a que en su declaración ante la Guardia Civil aseguró que el día del crimen un hombre con acento suramericano acudió al chalet y que éste iba acompañado de una mujer.

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