Más de medio centenar de familias palaciegas que cuentan a diario con el apoyo de Depentya Sociosanitari a , la empresa que presta el servicio de ayuda a domicilio en Los Palacios y Villafranca gracias a un contrato con el Ayuntamiento , han tenido que cambiar sus horarios y hacerse cargo de sus miembros enfermos o ancianos. La razón es porque las trabajadoras se han puesto en huelga con carácter indefinido por no cobrar desde junio. Aunque las empleadas asciende a 96 (sólo un hombre entre ellas), los servicios mínimos obligatorios permitieron ayer que 30 dependientes, de los más graves, sí contasen con su asistenta. El resto acudió a una manifestación con pancartas y banderas del sindicato CCOO que recorrió el centro del pueblo con pitos y consignas como Los bancos no esperan o Depentya paga ya.
El conflicto es encadenado, puesto que Depentya achaca el impago a que el Ayuntamiento no les ingresa las cantidades que la Junta de Andalucía asigna para el capítulo de Dependencia. Las trabajadoras, sin embargo, lideradas por CCOO, no hacían la huelga directamente contra el alcalde, Juan Manuel Valle (IP-IU), -aunque sí hubo un conato de protesta contra el regidor hace dos semanas- sino "contra la empresa, que comete, además, contra nosotras muchas irregularidades", según manifestó la presidenta del comité de empresa de CCOO, Eva María Rioja. "El mes de abril lo cobramos el 25 de mayo y ya se nos deben los meses de junio, julio y agosto", explicó.
El gerente de Depentya, José Ángel Pazo, aseguró que "no podemos hacer frente a las nóminas si en el Ayuntamiento nos dicen que, aunque entre dinero para Dependencia, será para tapar otros agujeros, lo que es un fraude". Pazo, que ha puesto el asunto en manos de sus abogados, insistió en que "el objetivo último" del equipo de gobierno "es acabar con la empresa". El Consistorio debe 600.000 euros, ya que "no paga desde abril".
Valle, sin embargo, aseguró que la deuda municipal con la empresa se arrastra desde marzo, pero "que al anterior equipo de gobierno del PSOE, que se fundió el dinero del primer semestre, no le protestaron". "Si la empresa quiebra será por ella; nosotros, cuando entramos en junio", explicó el regidor, "les abonamos 75.000 euros, y no me explico de qué clase de empresa hablamos si no tiene un colchón para encargarse de sus nóminas".
El Ayuntamiento recibió a principios de agosto la última partida de la Junta para Dependencia, 227.000 euros, que fueron absorbidos por la Tesorería General de la Seguridad Social, a la que se le debe casi tres millones. No obstante, Valle indicó que "estamos reclamando dinero a la Subdelegación del Gobierno y a cuantas administraciones nos deben algo con el compromiso de que de aquí a final de mes, si nos llega dinero, podamos pagarle a Depentya al menos 180.000 euros para que puedan cobrar".
Las empleadas no volverán al trabajo si no cobran. Sus sueldos dependen de las horas que trabajen, aunque el tope, en el caso de la jornada completa, es de 900 euros. "Esto pinta feo", señaló Pazo, que en otros pueblos donde trabaja Depentya -Cantillana, Villaverde del Río, El Castillo de las Guardas y El Garrobo- no tiene "situaciones tan asfixiantes".
Menos benevolente con la alcalde que las empleadas se mostró el portavoz del PP, Antonio Romero, que le exigió "medidas urgentes" para pagar lo que se les adeuda a las empleadas". Aunque admite que "la nefasta gestión del anterior equipo de gobierno es la razón de la situación de iliquidez del Ayuntamiento", recordó que "repetir esta evidencia no sirve para solucionar el problema".
