Local

Un chivato para cada dolor

Hace apenas un siglo Karl Landsteiner descubrió los grupos sanguíneos. Poco después, los investigadores recalaron en la glucosa, el colesterol, el virus de la hepatitis o el del sida. Y aunque en principio no se vea claro una relación entre todos ellos, sí tienen algo en común: actúan como chivatos de enfermedades de la sangre, la diabetes, el corazón o infecciones. Foto: A.A.

el 15 sep 2009 / 16:00 h.

TAGS:

Hace apenas un siglo Karl Landsteiner descubrió los grupos sanguíneos. Poco después, los investigadores recalaron en la glucosa, el colesterol, el virus de la hepatitis o el del sida. Y aunque en principio no se vea claro una relación entre todos ellos, sí tienen algo en común: actúan como chivatos de enfermedades de la sangre, la diabetes, el corazón o infecciones.

Bajo el mismo concepto, la ciencia busca ahora genes, proteínas, y metabolitos -nuevos chivatos, en definitiva- cuya presencia avise al médico de que la persona sufre una enfermedad concreta. Y pongan nombre a ese mal para que ningún proceso se quede sin su diagnóstico. Esta es sólo una de las aplicaciones de la medicina traslacional, "capaz de llevar los conocimientos del laboratorio a la cama del paciente", explicó Peter Klatt Brückl, asesor de la secretaría de Estado de Investigación durante su intervención en el curso Biomarcadores, Medicina Traslacional, celebrado en Santiago de Compostela.

Una tarea que se adivina ardua aunque "más del 50% de la innovación en España se produce en el ámbito de la salud". Los obstáculos: "Hay poco incentivos para la I+D, falta coordinación entre la industria y los hospitales y acumulamos un retraso en la internacionalización de los resultados". En parte, dice, por la baja creación de patentes.

De hecho, se tarda más de 20 años que algunos estudios lleguen a la práctica, según apuntó José María Mato, director general del Centro de Investigación Cooperativa en Biociencias, CIC-bioGUNE. Su grupo lleva varias décadas trabajando para dar respuesta a la pregunta: ¿Por qué el hígado se hace graso y progresa a cirrosis o tumor? Por lo pronto, avisan de que la mitad de los obesos tendrán hígado graso si siguen abusando de los alimentos. A partir de ahí, defendió el uso de la metabolómica o técnica que busca metabolitos principalmente en la orina o en la sangre para detectar el grado de enfermedad. "Y ya tenemos marcadores que nos diferencian un hígado sano de otro que empieza a acumular grasa", anunció.

Del mismo modo, el doctor Luis Paz-Ares, jefe del servicio de Oncología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, añadió que el cáncer avanza en la misma línea. Es más, "los biomarcadores son también útiles para identificar si una persona está o no respondiendo al tratamiento, o si están apareciendo efectos secundarios". Es más, la profesora María José Calasanz, del departamento de Génetica de la Universidad de Navarra precisó que la presencia de determinados genes en un paciente con leucemia o linfoma -ambos cánceres de la sangre- contribuye positivamente no sólo al diagnóstico y al pronóstico de la enfermedad, sino también a decidir el tratamiento más adecuado". Y es que tal y como apostilló Jaime del Barrio, director del Instituto Roche (patrocinador del encuentro), "la oncología es el primer área donde se está materializando este conocimiento".

No obstante, existen otros frentes abiertos. En el de la psiquiatría, por ejemplo, los clínicos se están centrando en encontrar biomarcadores que aseguren que los fármacos surten los efectos deseados. Según explicó el profesor Julio Benítez, del Hospital Infanta Cristina de Badajoz, "la esquizofrenia y la depresión son hoy los trastornos con mejores resultados".

Clásicamente, la inflamación y el perfil inmune han sido las únicas herramientas para el diagnóstico de las enfermedades inflamatorias crónicas autoinmunes. Pues bien, ya hay biomarcadores genéticos para la artritis reumatoide y el lupus. Tal y como explicó el doctor José Luis de Pablos, del servicio de Reumatología del Hospital 12 de Octubre, "estos progresos ayudan a entender la enfermedad y contribuyen al desarrollo de nuevas terapias". "Ya podemos predecir qué paciente va a responder a un medicamento. Y esto también supone un ahorro en el gasto sanitario", concluyó Juan Gómez-Reino, jefe de Reumatología en el Hospital Clínico de Santiago.

  • 1