Las carreteras sevillanas se cobraron ayer otra víctima mortal. Y ya van 25 desde el inicio del verano. En esta ocasión fue un ciclista que circulaba por la carretera de Sevilla a Cazalla –la A-8002– en las inmediaciones del término municipal de La Rinconada. Fue en el kilómetro 4,8 cuando, por circunstancias que aún se desconocen fue arrollado por un vehículo. El conductor se dio a la fuga inicialmente, aunque en torno a una hora después, se entregó a la Guardia Civil, según confirmaron fuentes de la Benémerita. Al cierre de esta edición aún estaban prestando declaración tanto él como el resto de testigos de los hechos.
El accidente se produjo a última hora de la tarde. A las diez menos veinte de la noche el servicio de emergencias recibió una llamada por la que fue informado de que se había producido un accidente de tráfico. Al llegar al lugar de los hechos descubrieron que la víctima era un ciclista de unos cincuenta años, cuyas heridas revestían tal gravedad que el equipo de emergencias del 061 no pudo hacer nada para evitar su fallecimiento.
En un principio el conductor del vehículo que arrolló al ciclista se dio a la fuga, aunque en torno a una hora después se personó en un cuartel de la Guardia Civil. Al cierre de esta edición se desconocían las circunstancias del accidente ni si el ciclista cumplía con todas las medidas de seguridad para circular.
Este accidente agrava el negativo balance de siniestralidad en las carreteras de la provincia desde que empezó el verano. Sevilla es la provincia con un mayor número de muertes, según los datos de la Dirección General de Tráfico y ha alcanzado registros sin precedentes desde hace más de ocho años. Las autoridades de hecho ya han trazado un plan de actuación, con más controles en radares, reformad de vías y presencia policial para tratar de frenar la escalada.
Este es, sin embargo, el primer caso de muerte de un ciclista en los últimos meses aunque se pueden encontrar precedentes en Sevilla tanto en este año como en anteriores ejercicios. El pasado 24 de enero, en Coria del Río, un joven de 32 años falleció cuando circulaba con su bicicleta por la autovía. El siniestro, que tuvo lugar en una rotonda, se produjo de madrugada, y el conductor se dio a la fuga.
Meses antes, en septiembre de 2010, el siniestro fue aún más trágico. Dos ciclistas murieron al ser arrollados en la N-IV –la carretera con unos mayores índices de siniestralidad– en el término municipal de Los Palacios por un coche que conducía una persona sin carné ni seguro. En este caso, las víctimas circulaban dentro de un pelotón al que el vehículo se llevó por delante. El individuo, residente en El Puerto de Santa María, iba a toda velocidad y fue hallado tras el siniestro inconsciente en el suelo.
Otros municipios, como La Algaba, también han sido escenario de accidentes similares. En junio de 2009 un ciclista falleció en la A-8006 al ser arrollado por detrás por un camión.
Este accidente de La Rinconada vuelve a profundizar en el debate sobre la seguridad de las carreteras de la provincia que ha tenido como principal escenario la N-IV, donde se han concentrado buena parte de los siniestros. La Subdelegación del Gobierno, que presentó esta semana su plan de actuación para reducir el número de accidentes, incidió en que prácticamente el 90% de los accidentes en las carreteras se deben a distracciones.
