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Un cierto aire de sofisticación

DeÓ vinos y tapas (Los Remedios). La afición hecha profesión siempre es buena base para disfrutar en el trabajo.

el 25 mar 2014 / 00:01 h.

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El comedor del restaurante DeÓ vinos y tapas en Los Remedios suele estar bastante concurrido. El comedor del restaurante DeÓ vinos y tapas en Los Remedios suele estar bastante concurrido. La pasión por la gastronomía y el mundo del vino son las dos buenas columnas que soportan la filosofía del negocio de Leo Ramos, un cocinero formado en su Morón natal junto a los fogones de su madre. Leonardo pasó por el curso de sumiller de la Escuela de Hostelería de Sevilla de la Taberna del Alabardero, practicando en sus cocinas. Perito forestal, y habiendo trabajado durante muchos años en temas de logística y transportes, en una coyuntura de la vida se le ofrece la oportunidad de emprender como empresario un negocio de hostelería, y abre, el 6 de marzo de 2012 en la calle Virgen del Valle de Los Remedios, un coqueto local no muy amplio, pero lo suficiente para tener una buena barra y algunas mesas donde hacer participe a sus clientes de su visión principal, un lugar para catar y degustar disfrutando de un buen servicio, y, en definitiva, compartir sensaciones en torno a la experiencia gastronómica. Así, por ejemplo, Leo dispone de en torno a sesenta referencias de vinos que va rotando en su pizarra. Los hay por copas, y hay también una selección de grandes marcas por botella. Cuenta con sorpresas tan agradables como un Fino La Ina, tan perdido en los últimos años, o una manzanilla diferente, como es Papirusa. En blancos probamos un Rueda de esos que tanto abundan ahora por tantos sitios, frutita correcta y frío, Menade. El tinto si fue un hallazgo muy agradable, Vitarán Crianza 2008, un rioja serio, con cuerpo, pero con una fresca elegancia que lo hace fácil de beber. Fuera de carta, las fabes las sirven como guiso del día, y el risotto con algas y chipirones. Fuera de carta, las fabes las sirven como guiso del día, y el risotto con algas y chipirones. La carta de tapas y platos se mueve en esa difícil línea que tienen ahora muchos bares modernos, donde los precios y los tamaños de una receta a otra varían desconcertantemente. Optamos por empezar con un Salmorejo de moras (5,90 euros) que venía en un plato gigantesco y que, probado solo el salmorejo, casi sabía a postre, pero que mejoraba bastante con unos crutons de berenjenas y no tanto con un potente queso feta. Con la llegada de un gran plato de Carpaccio de presa (6,95 euros) entramos de lleno en la fiesta gastronómica, acompañado con pipas de calabaza y gelatina de mango, fresco, original y sabroso. Fuera de carta tienen propuestas diarias, como guisos, la ensalada del día y el risotto del día. De ellos probamos unas magníficas fabes, lechosas, tiernas, con una salsa densa y buenos langostinos invitados, porque la ligazón marinera no estaba muy trabada. El risotto del día resultó ser marinero, con algas y chipirones, verde que te quiero verde, y las patitas de los chipirones coronando el plato, perfectamente fritas. Salmorejo de moras con crutons de berenjenas, y el carpaccio de presa con pipas de calabaza y gelatina de mango. Salmorejo de moras con crutons de berenjenas, y el carpaccio de presa con pipas de calabaza y gelatina de mango. Una de las especialidades más demandadas de la casa son las alcachofas, cocinadas al vapor (2,75 euros), para los amantes de las alcachofas un lujo, simples, pero suculentas, corazones tiernos y sabrosos. En la carta, además, entrantes como un original paté de gallina, con naranja confitada y un chutney de kumquat (4,25 euros), un ajoblanco con un tartar de frutas y mojama (6,75 euros). Además del ya reseñado carpaccio de presa y otro de gambones (7,45 euros), continúan los entrantes con propuestas como los canutillos de pringá sobre humus (5,75 euros), las comentadas alcachofas, cocinadas al vacío sobre chutney de menta y aceite de jamón. Platos más contundentes, además de las mencionadas fabes, fuera de carta, y los risottos, unos chipirones al curry, sobresalteado de trigo e hierbas frescas (4,45 euros), un bacalao confitado a baja temperatura con guarnición de temporada (8,45 euros) o un solomillo de buey con patatas y pimientos del piquillo confitados en aceite de ajo (19,75 euros). Los postres también son caseros, con propuestas tan suculentas como una tarta de queso al caramelo (4,25 euros), tocino de cielo al aroma de naranja (4,45 euros), mousse de chocolate con toque de polvo de naranja, escamas de sal y aceite de oliva (4,95 euros), o un original estofado de higos con mousse de yogur y crumble (4,45 euros). En definitiva, una interesante y diferente propuesta. LA FICHA

  • Propietarios: Leonardo Ramos Valle.
  • Dirección. C/Virgen del Valle, 10. 41011 Sevilla.
  • Teléfono. 955 193 809.
  • Horario. Martes a sábado de 13:30 a 16:00 y 20:00 a cierre.
     

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