El IES Torreblanca está ubicado en la zona más marginal del barrio y acoge a alumnos con especiales dificultades de aprendizaje. / José Manuel Cabello
Tras la amenaza de su cierre debido a su escaso alumnado, la Delegación de Educación ha decidido ensayar en el instituto Siglo XXI de Torreblanca un proyecto piloto de dirección compartida con el colegio público Menéndez Pidal del que proceden la mayoría de sus alumnos al pasar a ESO. Ambos centros mantendrán la figura de un director propio en el caso del Menéndez Pidal se ha nombrado uno nuevo, pero ambos tendrán que compartir las decisiones en cuanto a la organización, metodología de enseñanza y programa curricular, lo que supone en la práctica una experiencia pionera de codirección en una zona especialmente complicada para la docencia.
Educación anunció el año pasado su intención de cerrar para el curso que empieza el lunes el IES Siglo XXI alegando que con 210 alumnos y una plantilla de 35 profesores no era sostenible. En el mismo barrio hay otro instituto, el IESTorreblanca, que cuenta con 700 alumnos porque absorbe a los escolares de la mayoría de los colegios, debido a que el Siglo XXIse encuentra en la zona más marginal del barrio y los padres rechazan llevar a sus hijos al mismo, por lo que solo tiene adscrito el alumnado procedente del CEIP Ménendez Pidal y algunos programas de capacitación profesional (PCPI) cursos orientados a quienes cumplen los 16 años sin obtener el título de graduado.
Los profesores del centro se movilizaron contra el cierre ante el antecedente del IES Las Aguas de San Pablo que progresivamente se fue extinguiendo y este curso ya no existe y reclamaron a Educación alternativas como el reparto de los colegios adscritos a cada instituto o la inclusión en su oferta de estudios de módulos de FP. Defendían que el IES Siglo XXI atiende a un alumnado con necesidades especiales, por lo que la plantilla docente exigida por clase es mayor de lo normal, y que contaba con varios premios por sus programas de integración y educación en valores a lo largo de sus 16 años. Finalmente, la Junta accedió y para el nuevo curso ha puesto en marcha un programa cuyo objetivo es mejorar los niveles de éxito escolar y paliar la progresiva pérdida del alumnado.
Para ello, los equipos directivos del colegio que nutre de alumnos al instituto trabajarán conjuntamente y acordarán en común todas las decisiones administrativas y pedagógicas en el marco del Plan de Educación Compensatoria por el que la Junta dota a los centros acogidos a éste de recursos materiales y humanos extras con profesores de refuerzo y desdoble de grupos para tener menos alumnos por clase. En el caso del CEIP Menéndez Pidal, éste contará con una plantilla docente acorde a la tipología destinada a los centros de difícil desempeño.
En la práctica funcionarán como un único centro educativo que aglutina todas las etapas desde Infantil hasta Secundaria, aunque su alumnado esté repartido en dos edificios físicos, y no se descarta que en el futuro se fusionen plenamente.
Asimismo, los dispositivos de los servicios comunitarios municipales y del propio centro trabajarán con las familias en riesgo de exclusión.
