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Un colista más que peligroso

El Sevilla inicia su andadura por 2009 ante uno de sus adversarios más difíciles en los últimos tiempos: Osasuna. Su visita es siempre señalada y si encima lo hace con un viejo conocido de la afición al frente como José Antonio Camacho, pues más aún. Foto: Javier Cuesta.

el 15 sep 2009 / 20:42 h.

El Sevilla inicia su andadura por 2009 ante uno de sus adversarios más difíciles en los últimos tiempos: Osasuna. Su visita es siempre señalada y si encima lo hace con un viejo conocido de la afición al frente como José Antonio Camacho, pues más aún.

Pese a su condición de colista, el navarro no tiene para nadie en el Sevilla la vitola de equipo abocado al descenso, sino más bien de adversario realmente peligroso. En primer lugar, porque no entra -o entraba- en las quinielas que fuese candidato a perder la categoría; y en segundo lugar, porque la rivalidad que existe suele aparcar la condición de favorito.

Además, está el aliciente del regreso de Camacho a Nervión. Su paso por el banquillo (temporada 1996/97) fue muy decepcionante pese a la presencia en el plantel de futbolistas como Almeyda, Tsartas, Salva, Hibic, Bebeto, Unzué, Marcos, Rafa Paz, Prieto, Martagón, Ramis, Velasco, José Mari... aunque tampoco se puede olvidar a otros como Colusso, Onésimo, Marinakis y compañía, cuyo fichaje dio más pena que gloria. Camacho se fue con trece derrotas, cinco victorias y tres empates. Era el Sevilla de González de Caldas, el del Mercedes de Sofía Mazagatos, el de cómo fichar jugadores sin atender a las necesidades deportivas, de la falta de seriedad y rigor en todos los aspectos.

Pero al Sevilla lo que verdaderamente le interesa es centrarse en el presente, y éste no es otro que Osasuna. Tres jornadas consecutivas sin conocer la derrota han situado al equipo segundo en la tabla, y la ocasión, por mucho añadido que traiga consigo este nuevo duelo contra los navarros, es propicia para intentar seguir en ese privilegiado puesto.

Barcelona, Atlético y Valencia dejaron claro ayer cómo les han sentado las vacaciones navideñas, y hoy le toca al Sevilla, que, además, se presenta ante su afición por primera vez desde la debacle de Génova. Y lo hará con varios asuntos de actualidad dignos de destacar. Uno de ellos es referente al once inicial que pondrá en liza Jiménez. El técnico se ha visto obligado a citar a 19 jugadores debido al estado de Luis Fabiano, que acusa un proceso febril.

El brasileño jugará si se encuentra en condiciones más o menos aceptables; si no es así, su puesto lo ocupará previsiblemente Renato, con Kanouté en punta. También hay dudas en el puesto de lateral derecho. Konko y Mosquera no han entrado en la lista de convocados -el primero de ellos por lesión, el segundo...- y aunque Crespo sí lo ha hecho, todo hace indicar que será Adriano el elegido.

Capítulo aparte merece la situación de Mosquera. Sus problemas extradeportivos se han convertido en una excusa perfecta para sacarle de circulación, conscientes, tanto los técnicos como el propio club, de que no da el nivel exigible y lo mejor es buscarle una salida. Y todo ello después de la defensa a ultranza que ha hecho el entrenador de él.

¿Parece lógico que un jugador salga de los planes por pasar un mal momento anímico debido a su bajo rendimiento y las críticas que recibe? ¿O más bien es la confirmación de que no convencía ni a los propios técnicos? La decisión de apartarle, lejos de ser un favor que se le hace, es una bofetada sin guante a Mosquera. Pero él sabrá si le duele o no. Mientras tanto, el equipo inicia la defensa de su segundo puesto ante su afición, aún tratando de superar el varapalo sufrido en la Copa de la UEFA.

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