Guerrilleros rebeldes tutsis y tropas gubernamentales congoleñas se enfrentaron el viernes en Kivati, a menos de 15 kilómetros del centro de Goma, la capital de Kivu Norte, lo que ha hecho aumentar la tensión en la provincia, que está al borde de una catástrofe humanitaria. Los combates los iniciaron los militares de la República Democrática del Congo (RDC), que atacaron a los guerrilleros del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) en sus posiciones más cercanas a Goma.
El ataque, que duró más de hora y media, es el primer combates en nueve días en los alrededores de Goma, donde Nkunda paró su ofensiva y exigió negociaciones directas con el Gobierno de Kinshasa, que preside Joseph Kabila. Esto podría llevar a la ruptura del precario alto el fuego declarado por los guerrilleros y crear una situación aún más grave en la provincia.
Decenas de miles de desplazados de Kivu Norte que se encontraban en un campo de refugiados en Kivati huyeron del lugar hacia el centro de Goma al iniciarse los combates. El campamento acogía a 65.000 personas que habían tenido que dejar sus hogares, en su gran mayoría mujeres y niños. Escapan de la violencia que mantiene fuera de sus hogares a cerca de 1.200.000 personas en Kivu Norte, de ellas más de 250.000 huidas en las últimos dos meses.
La imposibilidad de mantenerse en un lugar fijo por los combates y la destrucción por los rebeldes tutsis de algunos de los campos que les daban cobijo en la zona de Rutshuru, 90 kilómetros al norte de Goma, hacen que la situación sea muy grave y que la ayuda humanitaria que precisan no les alcance. En dicha ciudad, el temor a la posible entrada de la guerrilla tutsi ha vuelto.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, advirtió ayer en Nairobi que el conflicto del este del Congo puede afectar a toda la región de los Grandes Lagos y pidió un inmediato alto el fuego en la zona.
