En la puerta de los salones de celebración donde Manuel Alías García había celebrado la cena de Navidad con sus compañeros, se vivieron minutos de tensión tras el atropello. Varios compañeros del joven, de 31 años, acudieron a socorrerle mientras otros alertaban al servicio de emergencias 112 de lo que había ocurrido.
En cambio, otros dos decidieron coger un vehículo y perseguir al Seat Ibiza negro que se había dado a la fuga para evitar que pudiera escapar. Ambos vehículos se enzarzaron en una carrera que acabó en un grave accidente y con un vehículo destrozado tras volcar.
"Uno de los compañeros salió corriendo, fue su forma de reaccionar al ver que el autor se escapaba", explicó uno de los trabajadores. El joven acudió ayer al funeral, donde estaba visiblemente afectado, teniendo incluso que ser atendido y consolado por el resto de compañeros.
"Logré seguirlo por la SE-30 hasta Pino Montano, un poco antes del paso soterrado, pero se me despistó por uno de los accesos de la barriada", relató el joven poco antes de derrumbarse de nuevo. Fue ahí cuando tuvo un golpe con otro turismo, lo que provocó que su coche volcara quedando prácticamente destrozado, aunque él logró salir ileso. La Policía Local se personó en el lugar del accidente y, tras hacerle la prueba de alcoholemia al joven y tras explicarle lo ocurrido minutos antes en el Polígono Store, fue trasladado hasta allí, donde se reunió con sus compañeros. El joven es uno de los testigos a los que la Policía le ha tomado declaración para aclarar lo ocurrido el sábado.
