Ésta es la primera exposición dedicada a la obra del artista y disidente chino Ai Weiwei en España. El CAAC lleva trabajando desde 2012 para conseguir traerla y el pasado enero logró inaugurarla, después de tener que cancelar la fecha inicialmente dada, septiembre de 2012. Sin embargo, ese titánico esfuerzo se ha visto empañado por el accidente, que convirtió ayer en realidad el miedo atávico que cualquier visitante siente al recorrer un museo. Una anécdota que le dio el día al director del centro, Juan Antonio Álvarez Reyes. Esa mañana se encontraba en el Monasterio de la Cartuja cuando le comunicaron que uno de los jarrones de Weiwei se había roto. El director y parte del equipo técnico del CAAC se desplazó al instante al refectorio del monasterio para comprobar el alcance. No obstante, según narran testigos del incidente, la actitud de los responsables del centro fue correcta, llegando incluso Álvarez Reyes a calmar a la señora que rompió la obra de arte, que se había llevado el lógico sofocón. Para colmo, esa misma tarde se presentaba en otro punto de la Isla de la Cartuja, concretamente en el Pabellón de Marruecos, el Pacto por la Cultura. El gran acto que llevaba semanas preparando la consejería para vender su gestión, con todos los altos cargos del departamento que dirige Luciano Alonso, el presidente de la Junta y el mundo del arte presentes. Una ceremonia larga que el director del CAAC sobrellevó estoicamente, con el lógico temor a que la noticia de alcance nacional saliera a la luz en cualquier momento, ya que entonces no estaba previsto informar de lo ocurrido ni se había decidido cómo hacerlo. Álvarez Reyes tuvo que comunicar a sus superiores de la Consejería de Cultura el incidente. No fue hasta la mañana de ayer, tras comprobar que El Correo llevaba en sus páginas todo lo ocurrido, cuando se decidió lanzar un escueto comunicado que evitó palabras como jarrón, rotura, caída y señora mayor. La noticia sobre el accidente corrió ayer como la pólvora por la red, haciéndose eco de ella todos los medios locales y nacionales. Entre los tuits a cuenta del suceso hubo de todo, desde burlas hacia el CAAC hasta bromas sobre la protagonista de la anécdota. Algunos pedían saber quién era la señora que provocó el accidente, llegando a compararla con la entrañable restauradora del Ecce Homo, Cecilia Giménez. Juro que tuve que llegar al séptimo párrafo para descartar que El Mundo Today web que inventa noticas a modo de crítica nos la hubiera colao, decía una tuitera. En los comentarios de las web informativas, la procedencia del jarrón chino dio juego a algunos, que restaron importancia a lo ocurrido. El bombo que le dais a un jarroncillo cuando en el chino de la esquina los hay mejores. En otros museos roban obras de Picasso, aquí se rompen vasijas de Weiwei Un accidente desafortunado, pero un accidente, decía un lector en elcorreoweb. Otro llamaba la atención sobre la falta de seguridad: Muchos de los que visitamos la exposición comentábamos lo expuestos que estaban al público, pues el riesgo de caerse encima era muy grande.