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Un conductor ebrio es el primer sevillano que podría ir a prisión

La Policía Local ha detenido y puesto a disposición judicial a un vecino de la localidad de Gelves que será el primer sevillano al que se le aplicará la reforma del Código Penal en materia de Seguridad Vial, que entró ayer en vigor.

el 14 sep 2009 / 21:00 h.

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La Policía Local ha detenido y puesto a disposición judicial a un vecino de la localidad de Gelves que será el primer sevillano al que se le aplicará la reforma del Código Penal en materia de Seguridad Vial, que entró ayer en vigor después de que fuera publicada por el Boletín Oficial del Estado (BOE) del viernes, y que puede conllevar el ingreso en prisión de los conductores que sobrepasen una determinada tasa de alcoholemia.

En un comunicado, el Ayuntamiento de Sevilla informó de que dicho conductor fue detenido en un control de alcoholemia donde dio positivo, tras darse a la fuga en un primer momento, cuando vio el control de montado por la Policía Local.

No obstante, tras una persecución policial fue finalmente detenido y, posteriormente, puesto a disposición judicial por un presunto delito contra la seguridad del tráfico y resistencia grave a agentes de la autoridad, debido al intento de fuga del conductor.

Los hechos tuvieron lugar cuando una dotación de la Policía Local había montado un dispositivo de control de alcoholemia en las inmediaciones de la Isla de la Cartuja, donde uno de los agentes procedió a dar el alto al varón, que conducía un turismo marca Seat. El individuo, al percatarse de la presencia de los agentes en el dispositivo establecido de control de alcoholemia, hizo caso omiso a la orden de detención para someterse a dichas pruebas y emprendió la huida del lugar.

En ese instante, se inició una persecución por parte de varios vehículos policiales, que concluyó con la detención del conductor en el puente del Cristo de la Expiración, pese a que en su fuga no respetó la señalización de tráfico habilitada, ni obedeció a los agentes de la Policía Local.

Una vez que los agentes procedieron a su detención, el individuo fue trasladado a dependencias policiales, donde se le practicaron las pertinentes pruebas de alcoholemia, que dieron un resultado positivo. Seguidamente, se procedió a la redacción de las diligencias policiales que serán remitidas a las autoridades judiciales correspondientes.

El individuo, tras prestar declaración ante el juez, quedó en libertad. El Juzgado encargado del caso es el que debe decidir la calificación de los hechos y, el juez decidirá la condena. La reforma establece para los conductores que conduzcan bajos la influencia de las drogas o con una tasa de alcohol espirado superior a los 0,60 miligramos por litro o un tasa de alcohol en sangre superior a los 1,2 gramos por litro penas de tres a seis meses de prisión con multa de seis a 12 meses y trabajos en beneficio de la comunidad.

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