Un cubo fue el arma que acabó con la vida de la mujer hallada en el canal de presos

La reconstrucción de la muerte de I.P.C, de 58 años, presuntamente a manos de su pareja, A.D.M, de 63, arroja nuevas ideas sobre cómo se sucedieron los hechos.

El cuerpo fue hallado en el canal de los presos.

Para empezar los golpes que el cuerpo presentaba en la cabeza fueron supuestamente provocados con un cubo por él, que está en prisión, cuando la mujer criticó cómo estaba recogiendo agua para lavar patatas en el Canal de los Presos, donde finalmente terminó ella.

El día de la reconstrucción el hombre afirmó que fueron a recoger patatas, para dárselas a un familiar de ella. Una vez que recogieron los tubérculos él se acercó a la orilla del canal para recoger agua con la que lavarlos. Para ello se sacó su cinturón y lo ató al cubo. Según él, entonces I.P.C se acercó para ver qué estaba haciendo y empezó a criticar el agua que estaba recogiendo, ya que le espetó que era muy poca cantidad para lavar las patatas que habían recogido. Siempre según la versión del acusado, ella le recriminó que si las patatas hubieran sido para su familia, él se habría esforzado más. Estos comentarios originaron la "fuerte discusión" que el hombre admitió haber tenido tras su detención. Llegó un momento en el que él perdió los nervios y le propinó dos golpes en la cabeza.

Más tarde, fue a soltar el cubo lejos de la orilla, y al darse la vuelta, se dio cuenta de que ella había caído al canal. En este punto su declaración es la misma que el pasado mes de junio cuando fue detenido: sigue sosteniendo que no la vio caer. Según su versión, trató de rescatarla quitando el cinturón del cubo para cogerla. Sin embargo, recordó que él no sabe nadar y dejó de intentarlo. Fuentes cercanas al caso señalaron que el acusado explicó cómo intentó salvarla hasta el más mínimo detalle.

Sin embargo, después de que termine la investigación, la defensa deberá determinar por qué, si los hechos son como él cuenta, mintió sobre su paradero, diciendo en un primer momento que I.P.C. se había ido con unas amigas de Barcelona. Denunció su desaparición un día después de que viera en la prensa que la Guardia Civil había dado con el cadáver y que estaba tratando de identificarla.

La diferencia en que viera cómo caía o no radica en que pueda ser acusado de tentativa de homicidio o de homicidio imprudente, toda vez que la acusación de agresión parece clara, si no cambia su declaración, tal y como precisaron las mismas fuentes.

El hombre carecía de antecedentes por violencia de género, y los vecinos de Los Potros, barrio de Dos Hermanas de donde era la pareja, declararon que nunca percibieron nada extraño en su comportamiento, ni de ella ni de él. Previamente a la reconstrucción, el imputado ya había reconocido ante el Juzgado de Instrucción número 5 de Dos Hermanas que fue él quien golpeó a su pareja, concretamente con un cubo metálico de zinc. El estudio forense aseguraba que con dicho cubo, se había golpeado al menos dos veces a I.PC.

Serán los juzgados los que determinen ahora el grado de implicación de A.D.M. en estos hechos y si nuevamente se trató de otro episodio de violencia de género, pese a que en esta relación no se conocían antecedentes ni existían denuncias.

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