No es fácil, en estos tiempos, encontrar un plantel de primerísimas figuras como las que se reunieron ayer sobre el escenario del Maestranza, pero tampoco todos los días una gran diva de la danza cumple noventa años sobre el escenario.
Con motivo de este singular evento, la Fundación Alicia Alonso y Caja Rural, nos ofrecieron la “Gala Homenaje Nacional a Alicia Alonso”, un homenaje tan emotivo como solidario ya que la recaudación se donará en beneficio de la reconstrucción de escuelas de Haití, por deseo expreso de Alicia Alonso, embajadora de buena voluntad de la Unesco.
La gala inaugura la programación del Otoño Cultural Iberoamericano, OCIb 2010, en la ciudad de Sevilla que, desde luego, no podía comenzar mejor. Y es que el merecido homenaje estuvo colmado de entrega y genialidad.
Comenzó el espectáculo con un pase a dos de Nani Paños y Rafael Estévez, dos excelentes coreógrafos y bailarines que demostraron que el lenguaje del flamenco y el de la danza clásica pueden fundirse a la perfección.
En segundo lugar pudimos disfrutar de otro paso a dos no menos emotivo, a cargo de las estrellas del Ballet Nacional de Cuba, Anette Delgado y Alejandro Virelles quienes interpretaron una coreografía de Alicia Alonso sobre la original de Lev Ivanov colmada de gracilidad y limpieza técnica. Al igual que la pieza Póker Flamenco a cargo del Ballet Español de Murcia, en el que brilló la figura del sevillano Fran Velasco derrochando maestría y dominio de las claves interpretativas.
De la misma manera, Vivec Llera, del Ballet de Cámara de Madrid nos ofreció un solo repleto de elementos narrativos que ella dotó de una gran carga expresiva. La sucedió otra pieza de este Ballet, un pase a dos interpretado por Gloria García Arambarry y Enrique Pérez Velasco.
Y por si esto hubiera sido poco, todavía pudimos disfrutar de otra espléndida coreografía de Alicia Alonso, Don Quijote Pas de Deux, interpretado con toda su carga emotiva por Annette Delgado y Alejandro Virelles. El Ballet de Cámara de Madrid volvió para hacernos disfrutar con una vistosa pieza coral, La Noche de Walpurgis. Aunque, como era de esperar, con lo que vibró el patio de butacas fue con la actuación estelar de Tamara Rojo y Sergei Polunin, dos auténticos astros que llenaron la escena de genialidad.
Y para terminar, la figura de Alicia Alonso sobre el escenario prometiendo vivir mucho más.
