Ante la reacción de algunos feligreses, que abandonaron la iglesia, y las fotos del acto que se han hecho públicas, el Consejo Episcopal ha anunciado en un comunicado que analiza lo acontecido y que tomará una decisión este mismo mes "por el bien" del cura que ha protagonizado esta situación, Antoni Viñas.
Viñas, en la primera parte de la misa, se quitó la casulla, una camiseta que llevaba debajo y se quedó con el torso desnudo y un bañador que le llegaba por debajo de las rodillas.
El Obispado ha explicado a EFE que, por el momento, se desconoce el motivo que ha llevado a este párroco a protagonizar esta puesta en escena en plena misa, pero se apunta a una metáfora de reconciliación que le habría llevado incluso a intentar flagelarse en público, aunque fue convencido por los feligreses para que abandonase esta idea.