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Un cura sustituto permite que haya bodas tras la detención del párroco de Isla Mayor

El cura Manuel Esono ya no oficia en Isla Mayor. El anuncio del Arzobispado de Sevilla de suspender de forma cautelar al clérigo, después de que fuera detenido por un presunto caso de maltrato, se hizo efectivo ayer mismo, día en el que se tenía que celebrar una boda en la iglesia de San Rafael Arcángel.

el 16 sep 2009 / 03:53 h.

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I.A.

El cura Manuel Esono ya no oficia en Isla Mayor. El anuncio del Arzo- bispado de Sevilla de suspender de forma cautelar al clérigo, después de que fuera detenido por un presunto caso de maltrato, se hizo efectivo ayer mismo, día en el que se tenía que celebrar una boda en la iglesia de San Rafael Arcángel.

Por fortuna, los novios no se quedaron compuestos y sin cura. El arzobispado actuó con diligencia y envió al vicario de Pilas a oficiar el matrimonio entre Rosendo y Lorena, que el viernes no sabían qué iba a pasar con su gran día. "Me enteré el día antes y, por suerte, se han movido rápido", reconoció bastante aliviado el novio minutos después de consumarse su enlace. Esa tranquilidad no la tenía un día antes, según comentó su tía, Pepi Osuna, que aseguró que nada más conocer la noticia su sobrino "se fue de la iglesia al consistorio para ver qué iba a ocurrir con su boda". Y aclaró: "Menos mal que el cura que estaba aquí antes, Miguel Ángel Martínez, medió en el asunto".

Más allá de este enlace, el pueblo entero recibió con sorpresa y extupefacción el suceso acontecido en la noche del jueves, cuando el cura de Isla Mayor fue detenido por un presunto delito de maltrato después de que la Policía Local entrara por la fuerza en su casa, anexa a la parroquia, y hallara en su interior a una mujer herida. Ni siquiera el alcalde, Ángel García Espuny (IU), daba crédito a este acontecimiento. "Nadie se podía imaginar que podía pasar algo así", comentó el regidor, que no dudó en afirmar que todo apunta "a un caso de violencia de género".

Pese a ello, pidió cautela y que se deje trabajar a la justicia, que determinará si este caso es susceptible de delito. Mientras se esclarecen los hechos, el vicario de Pilas continuará las labores pastorales en Isla Mayor.

Los residentes de la calle Málaga, vecinos del párroco y testigos de excepción de lo acontecido aquella noche, estaban escandalizados. "La Policía Local avisó varias veces, pero el cura no abría y tuvieron que tirar la puerta de un machotazo", explicó

Exaltación Valle, que poco después indicó que era su obligación "denunciarlo porque es lo lógico si se es testigo de un maltrato".

Otra vecina, Carmen García, lo vio un día después de su detención cómo regresaba a su casa tras ser liberado. Esta mujer señaló que, desde que el sacerdote se instaló en la parroquia, en septiembre de 2008, el pueblo "lo acogió con cariño y le entregó mantas, sábanas y lo que hiciera falta". Pero también dijo que su comportamiento "dejaba que desear" y que, de confirmarse los hechos por los que fue detenido, "no tendría que regresar aquí".

Por su parte, Dolores Espinosa, otra vecina, se mostró también sorprendida por la noticia, ya que le conocía sólo "por la buena labor que hacía en las misas, en las que era muy correcto".

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