Un desayuno para los emigrantes de Écija

Más de 150 ecijanos vuelven a su ciudad tras décadas viviendo fuera.

el 04 sep 2010 / 17:11 h.

Desayuno en el marco del II Encuentro Nacional de Internacional de Hijos de Écija.

Los 150 emigrantes que pasan el fin de semana en la ciudad, invitados al II Encuentro Nacional e Internacional de Hijos de Écija, disfrutaron de un desayuno en plena plaza de España, en el Salón, y de una visita por el municipio. Todos coincidieron en que la encuentran "muy cambiada y para mejor". Y todos cuentan las mismas razones para justificar su marcha: la miseria, el hambre y la falta de trabajo y oportunidades que eran algo común en la época de su partida.

Es casi una historia común. La cuenta Cristino López, de 71 años, que ha vuelto a Écija con su mujer, tras 43 fuera, los que llevan ambos en Burdeos (Francia). Son los que vienen de más lejos, tras más de media vida fuera. "Pero sigo siendo tan ecijano como el que más", dice.

Más años, 52, lleva fuera de Écija Antonio Tirado Castilla. Cuando está a punto de cumplir 71 años, este hombre ha vuelto a su pueblo desde Valencia. "He estado 30 años sin venir, pero ahora visito Écija cada año y tengo casa en la calle Merinos", afirma y pide: "Pon que soy hijo de Encarna, la jeringuera, para que me conozcan".

La mayoría de estos ecijanos de la diáspora no pierden detalle de su visita, que inmortalizan con sus cámaras. Muchos vienen de Cataluña, como José Antonio Jiménez Llamas, de 57 años. "Me fui con 12 años a Vilassar de Dalt, en el Maresme, y allí llevo 45 años", relata. Le gusta que el Ayuntamiento de Écija haya organizado este encuentro: "En verano por la calor y en invierno porque hay que trabajar, es imposible venir".

También viene de Cataluña, como Manuel Ramos García, de 76 años y desde 1960 en la Ciudad Condal. Es la primera vez que vuelve a Écija y lo hace con su mujer y un plan trazado que cuenta en voz baja "para que ella no se entere": quiere celebrar sus bodas de oro regalando un ramo de flores a su esposa "y decirle que por el cariño que le tengo la he traído a Écija, donde nos casamos y de donde la llevé a Barcelona, para decirle que la quiero".

También hay familias enteras que vuelven por unos días a la ciudad. Es el caso de las hermanas García García. Son parte de una familia de nueve hermanos que emigraron a La Rioja. "Vivíamos en la calle Carreras y volvemos por primera vez en 30 años", cuenta Dolores García, que tenía 19 cuando todos tuvieron que dejar su pueblo para buscarse la vida. "Me enteré por internet de que se había organizado este encuentro y se lo conté a mi hermana". Su hermana, Pilar García, asiente y confirma que fue ella la que los "empujó a venir de nuevo a Écija". Y sonríen mientras se pierden con el resto haciéndose fotografías en el paseo.

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