Sergio Sanz, Cervera, Plata y Javi Pérez posan tras el almuerzo. Foto: B. Ruiz.
Caminan por Écija con parsimonia y cenan en el restaurante sin generar expectación en las mesas colindantes. Son los flamantes fichajes del Écija Balompié 13-14. Afables, sencillos, bonachones y con una sonrisa reveladora. Así son los nuevos discípulos de José Ángel Garrido, el técnico que ha sido capaz de modelar a su imagen y semejanza al conjunto de San Pablo en apenas 10 días. Sin duda, una declaración de intenciones. El Correo visitó la ciudad astigitana para convivir durante unas horas con Sergio Sanz, Plata, Javi Pérez, Cervera y Álvaro Ocaña. Uno de los inconfundibles es el meta Sergio Sanz, de Baleares y con el rostro de chaval noble grabado a fuego en la matrícula. Me gusta Écija, comenta.
El consejo de administración que preside José Luis Soto moviliza diariamente a un grupo de consejeros para que ningún detalle escape del plan dibujado por Garrido. Es la hora del almuerzo y en el Restaurante Genil aterrizan Javi Pérez, Plata, el veterano del grupo, Cervera y Sergio Sanz. Pasta, ensalada y carne. Son buenos, se portan bien, apunta el camarero al directivo Marcos Díaz. A unos metros de la animada reunión, el malagueño Álvaro Ocaña devora un revuelto de verduras bajo la atenta mirada de Esteban Molina, uno de los encargados de que el reloj funcione con precisión en el área de marketing. ¿Está bueno, no?. Quien interpela al jugador de Teba es Lolo, dueño del Mesón de Lolo y balono hasta la médula. Que la Balona sea campeona y el Écija juegue el play-off, dice en tono jocoso para invitar a la tertulia a Molina. ¿Dónde tengo que firmar?, replica el consejero astigitano en cuestión de segundos y sin alzar la mirada.
Los nuevos fichajes cumplen con la rutina de forma fiel a diario. Por la mañana se levantan a una hora temprana, desayunan y pasean. Aún no han elegido gimnasio. En un piso conviven Plata, uno de los referentes de la afición azulina, y Cervera. Los onubenses Rubén Alonso y Rubén Díaz viven con Humberto Ramírez, mientras que el hogar más animado acoge al balear Sergio Sanz, estudiante de Educación Primaria, al granadino Javi Pérez, al malagueño Álvaro Ocaña y esporádicamente a Francis Durán. La verdad es que no nos aburrimos, dice Sanz. El arquero es el único que no retorna a su Mallorca natal los días de descanso. Úbeda me invita a estar con sus amigos, y eso se agradece, dice. Echo mucho de menos a mi familia y a mi novia, que ahora se va a ir a vivir a Londres, relata con un cierto tono nostálgico. Mañana debutarán en un bolo. Un simple amistoso. Uno más del tradicional calendario estival. Pero no. Para los nuevos fichajes del Écija será el bautismo en San Pablo. Allí donde sueñan con triunfar. Y aún son jóvenes. Muy jóvenes.
