Rafael Gordillo charla con Manuel Jiménez Barrios y Juan Espadas.
Los béticos miraron ayer al césped, como es preceptivo en cualquier partido de fútbol, pero también dedicaron muchas miradas, más que de costumbre, al palco. Allí, en primera fila, con pocas ganas de ser protagonista, se sentó Rafael Gordillo. Han pasado muchos años, casi una década, desde la última vez que el Vendaval del Polígono acudió por última vez al Heliópolis. Eran los tiempos en que él formaba parte de la secretaría técnica y el estadio empezaba a llamarse Manuel Ruiz de Lopera. Anoche regresó como máximo responsable del club de las trece barras, como presidente, y aunque no fue la mejor noche posible (derrota, no más de 20.000 espectadores en las gradas, la lluvia...), sí fue una noche histórica.Gordillo no estuvo solo. La mayor parte de las autoridades de la ciudad lo acompañó en el palco y los políticos se mezclaron con los consejeros mientras sevillistas alternaban con béticos. Hace tiempo que no se veía un respaldo así. El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, se sentó a la derecha del presidente. Detrás, Juan Ignacio Zoido, candidato del PP a la alcaldía; Juan Espadas, candidato del PSOE; y Antonio Rodrigo Torrijos, teniente de alcalde. Y también allí, más disimulados pero al mismo tiempo más conocidos por los béticos que rodeaban los asientos de honor, algunos de los campeones de Copa en 1977, compañeros por tanto del Gordo en sus primeros años en el Betis: Sebastián Alabanda, Antonio Biosca, Juan Antonio García Soriano, Paco Bizcocho...
No hubo rastro de las directivas precedentes. Ni siquiera acudió el ex presidente Hugo Galera, que lo tenía previsto pero no pudo por culpa de la gripe. Bueno, en realidad sí se vio a un ex directivo de enjundia: Alfonso Jaramillo. En cambio pasó desapercibido el gerente, José Antonio González Flores, hombre de Lopera donde los haya, que estuvo haciendo labores de coordinación durante el encuentro.
El nuevo presidente también estuvo arropado por su consejo de administración, como es lógico. Al lado del alcalde, por ejemplo, se sentó el vicepresidente, José Antonio Bosch, recién regresado de su reunión con la AFE en Madrid, igual que Eduardo González Biedma, cuyo asiento estaba también en primera fila pero al otro lado del palco. El consejero encargado del área jurídica se sentó junto a Miguel Guillén, que dirige el marketing, y Pablo Gómez, que estos días anda muy atareado revisando los contratos de la plantilla. Todos, ellos y el público, guardaron un minuto de silencio en memoria de los béticos fallecidos durante 2010. También ahí hubo novedades: en lugar del habitual padrenuestro sonó una versión instrumental del himno del Centenario. En resumen, otro Betis.
