Un ciudadano afgano murió el domingo al ser alcanzado por un disparo de bala de las tropas españolas, que abrieron fuego con dirección al aire y al suelo cuando su vehículo se aproximó al convoy militar que escoltaban desatendiendo sus órdenes.
Los hechos se produjeron el domingo a las 16.00 horas en la carretera de Farah-Rud, en la provincia de Farah, la que más atentados y actividad talibán registra de la zona oeste, en la que están desplegadas las tropas españolas.
Una sección de la Fuerza de Reacción Rápida (QRF) española de la Base de Herat circulaba por la citada vía escoltando, junto a tropas afganas e italianas, a un convoy que trasladaba carburante cuando observó que un vehículo Toyota se aproximaba en sentido contrario.
Siguiendo sus protocolos de actuación y las normas de enfrentamiento (ROE), los militares españoles hicieron señales visuales al coche, primero con las manos y después con luces y, al comprobar que no se detenía, dispararon al aire y al suelo. Tras los disparos el vehículo se detuvo y se comprobó que no llevaban explosivos ni armas y que uno de los ocupantes de la parte trasera murió al ser alcanzado por una bala.
Un portavoz del Ministerio de Defensa aseguró que existen informes de inteligencia militar que alertaron de la posibilidad de que un vehículo marca Toyota y de similares características intentara cometer un atentado con explosivos y recordó que en agosto de 2006 un coche de esa marca, modelo Corolla, atacó a un convoy español con agentes del CNI, que se salvaron gracias al blindaje de su coche.
Los datos preliminares de la investigación abierta por el contingente español en Herat señalan que la bala que alcanzó al ciudadano afgano vino rebotada del suelo, hipótesis "ya confirmada" por la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad.
