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Un edén para las aves sevillanas

Brazo del Este, Dehesa de Abajo y Cañada de los Pájaros, humedales junto al Guadalquivir, esperan a los amantes de los pájaros.

el 13 ago 2011 / 18:46 h.

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Un grupo de escolares observan la suelta de aves en la cañada.

No hay que salir del área metropolitana de Sevilla para ver de cerca toda la riqueza natural, sobre todo ornitológica, que alberga en sus humedales. Las posibilidades son diversas y para todas las edades y conocimientos, desde niños o familias enteras a expertos y amantes de la ornitología que pueden avistar las miles de aves que, ya sea de paso o para anidar, surcan los cielos y toman los árboles de la Gran Sevilla como su hogar.

Tres de estos lugares, muy distintos pero todos de gran belleza, se encuentran en La Puebla del Río, si bien el Brazo del Este se extiende también por los términos municipales de Coria del Río, Utrera, Dos Hermanas, Las Cabezas de San Juan y Lebrija.

Situado en la margen izquierda del Guadalquivir, en las proximidades de la carretera de Isla Menor, el paraje natural Brazo del Este es un gran humedal prácticamente salvaje con una superficie de 1.653 hectáreas. Se trata de uno de los antiguos brazos en que se dividía el río a su paso por la marisma. Comienza a unos 17 kilómetros de Sevilla y desemboca 15,5 kilómetros aguas abajo, si bien su longitud real es de 39 kilómetros debido a su trazado sinuoso.

Se trata de un verdadero edén para el especializado turismo ornitológico, por la gran cantidad de especies que utilizan el humedal como área de refugio, invernada y descanso durante las migraciones -garza imperial, ánades, pato cuchara, calamón, gallineta, cerceta pardilla, milano real y aguilicho lagunero, entre otras-, y porque no es un lugar accesible para visitas masificadas por las dificultades actuales para acceder a él.

Mucho más adecuado para una excursión a la naturaleza en familia es la Dehesa de Abajo. Situada a 35 kilómetros de la capital, tras cruzar Coria del Río y La Puebla en dirección Aznalcázar, está rodeada de arrozales y pinares, y cuajada de acebuches sobre los que anida la mayor colonia de cigüeña blanca de Europa.

Su laguna sirve en invierno de hogar para muchas aves, que conviven con el resto del ganado que desde tiempo inmemorial habita en la dehesa. En sus paisajes, el caballo y las vacas pastan junto a ánsares, aguiluchos, flamencos y hasta sapos. Una riquísima biodiversidad a la vista de todos.

Igual de cerca se pueden observar las aves que habitan el paraje natural Cañada de los Pájaros, situada en el kilómetro 8 de la carretera de La Puebla del Río a Isla Mayor, poco antes de la anterior si se viaja desde Sevilla.

Se trata de una reserva natural concertada, de gestión privada -por lo que hay que pagar la entrada-, y que se ha convertido en el primer centro del mundo de reproducción en cautividad de la focha cornuda, ave en peligro de extinción. Cuando el verano seca las marismas de Doñana, su laguna es uno de los refugios al que regresan las aves para pasar el estío. Allí se pueden ver anátidas, ibis, zancudas, garzas, aves del bosque, córvidos, patos europeos, malvasías, garcillas, flamencos y cigüeñas.

El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, ha apuntado en contadas ocasiones que las importantes lluvias del pasado invierno han ocasionado un repunte en la población de aves acuáticas. La razón es que el aumento de la lámina de agua permite que se mantenga inundada durante el verano.

Sin embargo, las lluvias han acarreado también problemas, como son la gran cantidad de sedimentos que han colmatado algunas lagunas, como la de Cañada de los Pájaros, con lo que no es real que haya más agua. Así lo aseguró Maribel Adrián, gerente de esta reserva natural, quien además destacó que el hecho de que el agua sea tan abundante también hace que las aves no tengan sitio donde anidar.

En la misma zona también se pueden avistar aves en Isla Mínima, Veta la Palma, La Cangrejera-Extramuros y Brazo de la Torre y en el Corredor Verde del Guadiamar. Y están ahí al lado.

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