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Un edil de IU dimite tras acusar a Torrijos de acoso

Una nueva guerra interna ha sacudido con virulencia al grupo de IU. Con sólo tres ediles y un cargo de delegado no electo lleva ya dos dimisiones en un año. La de ayer fue además simbólica. Jon Ander Sánchez, responsable de Economía y persona de confianza de Torrijos, se fue dando un portazo y arremetiendo duramente contra su portavoz.

el 16 sep 2009 / 08:28 h.

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Vídeo: B.M.P.

Una nueva guerra interna ha sacudido con virulencia al grupo de IU. Con sólo tres ediles y un cargo de delegado no electo lleva ya dos dimisiones en un año. La de ayer fue además simbólica. Jon Ander Sánchez, responsable de Economía y persona de confianza de Torrijos, se fue dando un portazo y arremetiendo duramente contra su portavoz.

La precipitada y virulenta salida de Jon Ander Sánchez de la Delegación de Economía y Empleo ha abierto una grieta en el grupo del socio de Gobierno del PSOE, ha vuelto a desestabilizar al Ayuntamiento y ha introducido un nuevo elemento de desgaste para el alcalde y todo el Gobierno local. El propio Rodrigo Torrijos lo admitía ayer: "Se le ha dado una munición impagable a la derecha que quiere echarnos del Gobierno". Aunque públicamente muchos se mostraban sorprendidos, la decisión de Sánchez responde a una serie de movimientos internos que se remontan a las asambleas locales celebradas antes del verano. Pero ¿qué ha ocurrido para que un delegado - era un cargo no electo sin acta de edil- deje su grupo acusando al primer teniente de alcalde de "cáncer de la izquierda", de "enfermo político" y de culpable de un caso casi de "mobbing"?

Antes del verano se celebraron las asambleas de IU ante la convocatoria del congreso provincial, en el que salió elegido Manuel Gutiérrez Arregui como coordinador. La asamblea de Jon Ander Sánchez no sólo apoyó la lista del PCA que gira en torno a Torrijos sino que él mismo fue elegido representante de la capital en la estructura provincial junto a José Manuel García y María Oliva. Pese a esto, se escenificó entonces un distanciamiento entre dos estrechos colaboradores. Poco después, a finales del mes de julio, el comité local del PCA adoptó un giro estratégico que unos vinculan a la decisión de amarrar la candidatura de Torrijos en 2011 y otros a un intento por relanzar la gestión. La consecuencia fue un listado de ceses y cambios de funciones entre los altos cargos del Gobierno local. En este paquete figuraban dos personas estrechamente vinculadas a Jon Ander Sánchez: su esposa, Ana Vignerón -alto cargo de su delegación- y el actual gerente de Sevilla Global y ex responsable del IMD, José Ramírez. Éste se negó a aceptar esta decisión. No renunció a su cargo y la organización inició movimientos para desbancarle - "presiones" incluidas, según varias fuentes? que debían culminar en un consejo de administración, previsto para el 11 de septiembre.

La tensión entre Torrijos y Sánchez se acrecentó en este contexto, entre otros motivos porque la nueva línea de trabajo fue entendida por el responsable de Empleo como una "tutela" sobre su gestión. Para el ya dimitido, el motivo fue que el primer teniente de alcalde vio en él una amenaza para presentar su candidatura en 2011. Para el portavoz de Izquierda Unida, hubo una serie de críticas sobre la gestión de Economía y Empleo que Sánchez "no supo encajar". Los dos afectados negaron que las diferencias en proyectos de Gobierno hayan estado detrás de este distanciamiento -aunque las ha habido como en el caso de las cámaras de seguridad, las relaciones con empresarios o la Ciudad del Empleo- y culparon de lo ocurrido a una guerra orgánica, en la que paradójicamente ninguno de los dos admite estar. Torrijos aseguró que no hay un pulso sobre las elecciones de 2011 y Sánchez negó que aspirase a más en el seno del partido.

Aunque varios dirigentes consultados negaron públicamente que exista un pulso sobre la candidatura en 2011, si no lo hubo, ahora sí lo hay. Sobre todo tras la salida de Sánchez, que ha abierto la veda y ha desestabilizado el precario equilibrio de fuerzas existente en IU. Entre los motivos de este distanciamiento está el enésimo debate en la federación sobre el artículo de los estatutos orgánicos que prohíbe a un militante mantener un cargo público durante más de dos mandatos. El siguiente sería el tercero de Torrijos. Hay dirigentes de IU que se han saltado esta norma, pero a otros, como Concha Caballero, les ha costado salir del Parlamento.

Al margen de este pulso orgánico, la salida de Sánchez ha vuelto a demostrar la facilidad del Gobierno local para resquebrajarse y la elevada incidencia de los problemas orgánicos en el ámbito institucional. El desgaste de IU ya no sólo es problema suyo, también del PSOE. Ayer los dos socios se reunieron a primera hora de la tarde -estaba previsto aunque el caso de Sánchez marcó la sesión-. Entre los socialistas, unos ven un grave problema de Gobierno y otros asumen una nueva tormenta que pasará. Pero el duro comunicado emitido por el alcalde revela que la situación es tensa y delicada: "Sevilla no puede estar un solo día sin delegado de Empleo en este tiempo de crisis económica y quiero al sustituto de Jon Ander Sánchez en su sitio mañana mismo. Tiene un plazo de 24 horas para sustituirle". Este mensaje ya fue comunicado por el regidor en la reunión previa con Torrijos. Su dureza contrasta con la defensa de Francisco Manuel Silva que se produjo tras su dimisión -con acusaciones a la derecha como culpable- o el silencio que ha guardado la federación de izquierdas cuando han dimitido ediles del PSOE como Emilio Carrillo.

Los dos socios son conscientes de que la etapa de las turbulencias debe quedar atrás si se quiere encarar con posibilidades el proceso electoral de 2011. De ahí que el primer teniente de alcalde compareciera inmediatamente y rodeado de su grupo municipal con un objetivo: transmitir tranquilidad y culpar a Sánchez de tomar una decisión "unilateral". Incluso Torrijos, por un "desliz", según él, reveló públicamente que una de las personas cesadas era la mujer del ex delegado de Empleo.

Tras la agitada mañana, en IU se sucedieron las reuniones y los contactos entre responsables políticos e institucionales -en muchos casos encarnados por las mismas personas- para encontrar un sustituto de forma inmediata que amaine el temporal. El perfil que quiere el partido es claro: una persona que conozca la estructura y con experiencia municipal. Alguien de estrecha confianza y ya miembro del grupo.

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