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"En Mercasevilla no se movía un papel sin que lo supiera Torrijos, era como un sheriff"

El empresario destaca ante Alaya el “poder de mando” del portavoz municipal de IU. Testifica por la venta de suelos a Sando que solo conoció a posteriori.

el 13 jun 2013 / 15:00 h.

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El presidente de los mayoristas de Mercasevilla, Jose María Morillo, a su llegada a los juzgados Morillo, a su llegada a los juzgados El exteniente de alcalde y actual portavoz municipal de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, “era la máxima autoridad que a nivel municipal dirigía todos los asuntos de Mercasevilla”. “Aunque no lo verbalizaba, demostraba mandar”. “Cuando le planteban algún problema de importancia a [Fernando] Mellet o a [Daniel] Ponce –exdirectivos de la lonja–, Mellet siempre decía que no podría hacer nada hasta que no lo consultara con Torrijos”. “Gonzalo Crespo –su antecesor en el Ayuntamiento– no era tan autoritario como Torrijos”. “El nivel de autonomía de Mellet era bastante más amplio antes de la llegada de Torrijos”. Son algunas de las frases que el presidente de la Federación de mayoristas de Mercasevilla, José María Morillo, dijo ayer a la jueza Mercedes Alaya que investiga un presunto fraude en la venta de los terrenos de la lonja y que le llamó a declarar como testigo. Sobre este particular en concreto, Morillo admitió no saber “nada” pero en una declaración judicial que ocupa cinco folios deja claro el “poder de mando” de Torrijos –imputado en la causa– en la lonja. Con todo, fue a la salida del juzgado en sus declaraciones a los periodistas, recogidas por Europa Press, donde Morillo se explayó al afirmar que en Mercasevilla “no se movía un papel sin que lo supiera” Torrijos, que “era como un sheriff” y que “no aceptaba que se le contradijera en nada”. “Cuando decían que venía Torrijos, temblaba todo el mundo”. En 2006 Mercasevilla convocó un concurso público para vender unos terrenos en los que se preveían levantar más de 2.000 VPO tras el traslado de la lonja. El concurso fue adjudicado a Sanma, filial de Sando, por 107 millones de euros, pese a que el grupo Noga ofertó 50 millones más. Concurrieron otras seis empresas pero la jueza Alaya cree eran “de relleno” y ve indicios de un delito de maquinación para alterar el precio de las cosas. Hoy declararán como imputados los responsables de esas empresas –entre ellos dos hermanos de la ministra Fátima Báñéz cuya promotora Construcciones Juan de Robles, concurrió al concurso–, además del arquitecto técnico del área municipal de vía pública, Alfredo Delmo. Ayer lo hizo Morillo como testigo, que negó tener conocimiento alguno sobre el concurso y aseguró que Sando “no propuso ningún tipo de relación comercial con los mayoristas” ni conocía a nadie de este grupo que resultó adjudicatario. Tampoco Mellet, Ponce o el propio Torrijos le pusieron “nunca de manifiesto los beneficios que para Mercasevilla generaba la introducción de Sando” ni “se enteraron con carácter previo que el concurso lo iba a ganar Sanma”, sino cuando ya se le había adjudicado. El fiscal Anticorrupción le preguntó si conocía el proyecto de urbanización de esta parcela así como al empresario Antonio Pardal, dueño de la empresa Larena 98 que tenía un derecho de superficie sobre los terrenos y que denunció haber recibido “presiones” para dejarlos porque Sando estaba esperando subrogarse a los mismos. Morillo dijo que no llegó a conocerlo pero sí “a un señor que se llamaba Curro que trabajaba para el señor Pardal porque tenían una oficina dentro de Mercasevilla”. Tampoco Larena 98 le propuso a los mayoristas relaciones comerciales dentro del solar, según declaró, y se enteró de la sustitución de esta empresa por Sando “cuando ya se había producido” y “por comentarios en el mercado” y cuando “el señor Curro vino a despedirse”. Morillo reconoció que llegó a trabar amistad aunque no “íntima” con Ponce, Mellet y Torrijos a raíz de las múltiples reuniones mantenidas –los dos últimos aparecen con él en la famoso foto de la mariscada en Bruselas–, aunque igualmente admitió que entre 2005 y 2007 tuvieron “algunos problemas con la dirección de Mercasevilla” y en concreto un conflicto con Torrijos por la subida de tarifas de los servicios generales y por dos expedientes que promovió por cierres patronales en uno de los cuales resultó sancionado Morillo. No obstante, declaró que no tiene interés en que “resulten absueltos o condenados”. Con la prensa fue más explícito sobre Torrijos. “Ya no me cae bien, aunque antes sí”.

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