R. P.
Despierta el Espanyol el cariño de los desfavorecidos. Casi fagocitado por el enorme poder de su vecino en Barcelona, el conjunto catalán comprueba cómo se han hecho viejos sus mejores valores y cómo le amenaza el descenso. Malos tiempos para inaugurar el nuevo estadio de Cornellá.
Catorce temporadas seguidas en Primera división, dos títulos de Copa, una final de la Copa de la UEFA y tres clasificaciones europeas vía Liga jalonan la historia más reciente del RCD Espanyol. Desde su último ascenso en 1994, el conjunto catalán ha sido protagonista de una meritoria estancia en la máxima categoría, un privilegio que intenta mantener en la actual temporada. Catorce partidos sin ganar, desde el nueve de noviembre al 21 de febrero, cuando el Espanyol se dio el gustazo de despachar en el Camp Nou al Barça de Pep Guardiola, han tenido la culpa del despeñamiento del conjunto barcelonés. La tempestad, por supuesto, se llevó por delante a un hombre de la casa, Bartolomé Márquez, quien no fue capaz de dotar al equipo de una personalidad propia.
Lo peor, no obstante, responde a una cuestión harto complicada. Las lesiones y el peso inexorable de la edad han acabado por atacar los cimientos del Espanyol; bastiones como Kameni, Tamudo, Luis García y De La Peña no han podido aguantar el peso del equipo, agobiados por la excesiva responsabilidad. Tamudo y Luis García llevan tres goles cada uno, mientras que De la Peña, con cuatro, se resiste como un tigre enjaulado al triste destino del descenso. Como también se resiste su propio equipo.
El esfuerzo Pochettino. El ex jugador argentino fue el elegido por el consejo de administración para intentar salvar al Espanyol. Trece partidos con él en el banquillo se han traducido en cuatro victorias, cinco empates y cuatro derrotas, aunque es cierto que la dinámica del equipo en los últimos encuentros invita a pensar en el milagro de la permanencia.
Para ello ha resultado decisivo el espectacular triunfo de los catalanes el pasado jueves contra el Sporting. Sin duda se trataba del partido del año para el Espanyol, quien ha logrado situarse a sólo un punto de la salvación, puesto que en estos momentos ocupa el propio Sporting. Ahora tienen entre ceja y ceja al Betis, al que desean ganar para colocarse tan sólo a dos puntos de los verdiblancos. El consejo de administración del Espanyol está preparando el encuentro como si se tratara de una auténtica final. Hay mucho en juego esta tarde en la Montaña Mágica.
