Nono se derrumba tras el 2-2 del Rayo en el descuento en la primera vuelta / Kiko Hurtado Visitar al Rayo Vallecano no alcanza la dificultad histórica de visitar a otros contrincantes en cuyo feudo ha sido incapaz de ganar el Betis en Primera División, como el Córdoba (seis encuentros), el CDLogroñés (cinco), el Sabadell (cinco), el Castellón (cuatro), el Albacete (cuatro), el Recreativo (cuatro), el Pontevedra (tres) o la UDAlmería (dos), pero para el equipo verdiblanco no es plato de buen gusto acudir al campo de la calle del Payaso Fofó. En realidad podría decirse que desde hace unos años le resulta desagradable medirse con el conjunto de la franja roja en general, sea donde sea, porque no hay manera de que halle la clave para derrotarlo. Cinco derrotas consecutivas y un empate fatídico acumula el Betis frente al conjunto madrileño en sus citas desde el año del último ascenso, que fue común (2010-11). Tras el 4-0 de la primera vuelta en aquella campaña, la serie de resultados ha sido 1-0 en Vallecas esa misma temporada; 0-2 en el Villamarín y 3-0 en Vallecas en la 2011-12; 1-2 en el Villamarín y de nuevo 3-0 en Vallecas en la 2012-13; y el 2-2 de la primera vuelta del curso en vigor, uno de los resultados más dolorosos y determinantes de la temporada para los verdiblancos, que controlaron el partido en todo momento pero dejaron ir dos puntos cruciales por culpa de un error de Jordi Figueras en el tiempo extra. De este pasado reciente se infieren dos datos que no pueden ser casuales. El primero, que el Betis sólo ha conseguido un punto de los dieciocho últimos que ha disputado frente al Rayo. Y el segundo, que Vallecas se le da fatal a este Betis contemporáneo. No es que jamás haya vencido allí, pero han transcurrido catorce años y medio desde la última vez. Ocurrió el 24 de octubre de 1999 y fue un choque decidido en la última media hora. El Rayo marcó primero (Cembranos, 59); luego marcaron Alfonso (64, de penalti), Denilson (69) y de nuevo Alfonso (73). Al final, 1-3. Era otro siglo y eran otros tiempos, hasta el punto de que el colegiado, el extremeño Carmona Méndez, dejó al Betis en franca superioridad numérica: en la primera parte expulsó a Hernández (34) y en la acción del penalti echó a Alcázar. Desde entonces, el Betis ha enlazado tres empates (0-0 en la 01-02, 1-1 en la 02-03 y 2-2 en la 90-10) y tres derrotas, además sin marcar un solo gol: 1-0 en la 10-11 y 3-0 en las dos últimas campañas. Si a estos dos apuntes se les une que el Rayo está en plena reacción camino de la permanencia y ha ganado cinco de sus siete últimos encuentros (con un empate y una sola derrota, 5-0 en el Bernabéu), se completa el desalentador panorama que tiene el Betis por delante. EL PEOR VISITANTE VA A UN ESTADIO DONDE TODOS CAEN DESDE HACE DOS MESES El Betis continúa siendo el equipo con peor registro de esta temporada como visitante en la Liga. Sólo ha ganado un encuentro (el reciente 1-3 en el campo del Levante) y todo lo demás son algún que otro empate (cuatro: 0-0 ante el Espanyol, en Valladolid y en Elche y 1-1 en Villarreal) y muchas derrotas, ni más ni menos que once. Fuera del Villamarín encaja el triple de goles que marca (13/39), y menos mal que en sus últimos desplazamientos ha suavizado la sangría, porque la media iba camino de los cuatro tantos en contra por encuentro. A pesar de todo, no será la temporada más perdedora del Betis como forastero en Primera División. Ya son inalcanzables las dieciséis derrotas que sufrió en la campaña 87-88, en la que como curiosidad no bajó a Segunda a pesar de ese porcentaje tan impresionante de encuentros perdidos (84%). Pero está a tiempo de igualar su segunda peor marca de todos los tiempos, las 14 derrotas de la 90-91, en la que sí hubo descenso. También puede superar las 13 de la 74-75, 77-78, 83-84, 86-87 y 99-00, así como las 12 de la 42-43, la 71-72 y, ojo, la 11-12, con Mel. Para colmo de males, el Rayo Vallecano lleva cuatro victorias consecutivas en su campo: 1-0 contra el Valencia, 3-1 ante el Almería, 1-0 frente a Osasuna y 3-0 con el Celta. Su última derrota fue ante el Sevilla (0-1) el 23 de marzo.