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Cofradías

Un estreno a medias

La lluvia dejó el Domingo de Ramos con cinco cofradías en la calle en lugar de las nueve previstas.

el 01 abr 2012 / 11:23 h.

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A cubierto de los primeros goterones.

Cuando el hermano mayor de La Paz, Santiago Arenado, a las 14.00 horas, decía "¡A vivir este triste Domingo de Ramos!" nada hacía augurar que la jornada se salvaría a partir de la media tarde. Las previsiones daban un 80% de probabilidad de lluvia hasta las 20.00 horas. La Hiniesta intentó plantar cara al día mucho antes, pero tuvo que volver a casa cuando el paso del Cristo de la Buena Muerte se acercaba a la puerta de San Julián.

Como La Paz, Jesús Despojado, la Cena y la Hiniesta se quedaron en casa. Pero la hora y media que se dieron San Roque y la Estrella valió la pena. A marchas forzadas y con los nazarenos de a tres hasta pasar el palquillo de la Campana, cumplieron con el horario con sólo 20 minutos de diferencia respecto a lo establecido. La Amargura salió sin titubeos. Y la Borriquita, como en el año 2000, volvió a formar en el cortejo de la cofradía del Amor.

Las sillas de la Carrera Oficial no se llenaron hasta que se confimaron las primeras salidas. Sin embargo, el público prefirió seguir en la calle y hacer colas ante los templos para ver los pasos montados, como por la mañana, pese a la lluvia. Eso sí, este año cambió la ropa de estreno por chubasqueros y botas de agua y las gafas de sol por paraguas y gabardinas.

El Domingo de Ramos de malas noticias arrancó en El Porvenir. Con el 80% de probabilidad de lluvia, la junta de gobierno de La Paz apuró la hora de prórroga para tomar una decisión inivitable: por unanimidad, la hermandad no haría este año su estación de penitencia. El Señor de la Victoria no pudo lucir su nueva túnica bordada por Manuel Solano con diseño de Fernando Aguado, ni la Virgen de la Paz conmemorar en la calle los 75 años de su hechura. Pero como recordó su hermano mayor, y todos los que se quedaron en casa: "Nuestro titulares están siempre aquí". Y hasta las 19.00 horas mantuvieron abierta la parroquia para que todos los interesados pudieran verlos en sus pasos.

Media hora después, el hermano mayor del Amor, Luis Torres Palazón, comunicó la intención de la corporación de posponer la salida del cortejo de los niños nazarenos y el paso de la Sagrada Entrada en Jerusalén a las 21.00 horas antecediendo el cortejo con el resto de los titulares, como ocurrió en el año 2000.

Sin embargo, a las 16.00 horas se abrió un rayo de esperanza: "La Hiniesta llorará este año por las calles de Sevilla". Estas palabras del hermano mayor de la corporación de San Julián, Francisco Granados, despertaron gritos de júbilo y aplausos entre todos los hermanos. Tomaron esta decisión asumiendo "la probabilidad de ligeras lloviznas" que podrían obligar, y de hecho obligaron, a dar marcha atrás.

Con prácticamente el cuerpo de nazarenos del Cristo de la Buena Muerte en la calle y los ciriales en el umbral de la parroquia, tuvieron que darse media vuelta. Un gran chubasco que se prolongó durante más de una hora y pospuso la decisión de las restantes cofradías de la jornada.

De hecho, la hermandad de Jesús Despojado ya había comunicado a sus hermanos que no harían estación de penitencia. Llovía en ese momento en Molviedro, como en el resto de la ciudad, y la corporación preferió no arriesgar. Este año, la Virgen de los Dolores y Misericordia, que celebraba su medio siglo, estrenaba su primer manto bordado, una pieza exquisita creada por José Antonio Grande de León siguiendo el estilo que las hermanas Antúnez imprimieron a este palio.

Una hora y media tardó la hermandad de La Cena en decir que no saldría a la calle este Domingo de Ramos. Con las insignias repartidas, el hermano mayor, Eduardo García, que se despide en el cargo, agradeció a todos la espera pero "lamentablemente no podemos hacer estación de penitencia".

Sin embargo, poco después, a las 18.30 horas, comenzó el Domingo de Ramos. Y con más ganas que seguridades, se recompuso el día. Las previsiones meteorológicas concedían cierto margen y, sobre todo, mayor estabilidad, que ayudaron a que San Roque y la Estrella pusieran sus cruces de guía en la calle. Sendas ovaciones recibieron los primeros sones de las bandas en Recaredo y San Jacinto. Tocaba entonces correr, pues el delegado de día, Francisco Vélez, dió solo 20 minutos de demora a estas hermandades para iniciar la Carrera Oficial.

Se trataba de permitir a la Amargura y el Amor salir con normalidad. Así, San Roque y la corporación trianera debían cubrir en hora y media un recorrido para el que habitualmente disponen de tres.

Y ambas cumplieron. La Estrella con más tranquilidad y sin dejar de trianear, regalando la mejor entrada en Campana de la tarde, con su sello pero con un paso sobrio y elegante.

La Amargura cumplió el guión y, desterrando el mito que asegura que la hermandad desmonta los pasos en cuanto aparece una nube en el cielo, salió a su hora y sin titubeos. Sin duda, una de las imágenes de esta primera jornada de la Semana Santa 2012 fue la salida de la Borriquita, con su cortejo casi al completo, antecediendo a los nazarenos negros del Amor, repitiendo la estampa de hace 12 años.

El misterio de la Sagrada Entrada en Jerusalén, cuya salida a ritmo de carritos y niños pequeños retrasó al conjunto de la cofradía, perfumó las calles del Centro con jacintos y minirosas rosa palo y la Virgen del Socorro con minicalas blancas y hojas verdes en altos bouquets en el estreno de Javier Grado como florista de la cofradía. Juntos salvaron este Domingo de Ramos.

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