¿Con cuánta antelación se convoca una comisión del Senado? ¿Cuántas personas forman un grupo parlamentario? ¿Qué día se aprobó la Ley de Función Estadística? ¿Qué se puede hacer con una sentencia del Tribunal Constitucional hasta que pasen dos días desde su notificación? ¿Quién nombra al fiscal del Estado? Éstas son algunas de las 60 preguntas que más de 7.000 aspirantes a una de las 116 plazas de auxiliar administrativo que ofertaba por primera vez el Ayuntamiento tras cinco años tuvieron que responder el pasado domingo. El examen ha generado una cascada de denuncias, críticas y amenazas de impugnación que han llegado a las oficinas municipales, a los foros de opositores de internet y a las sedes de los sindicatos del Ayuntamiento. Los problemas han sido tanto el contenido del examen, que muchos tildan de excesivamente difícil para la titulación que se exigía –no se requería una licenciatura–, como los errores de organización cometidos. El más grave ocurrió en Reina Mercedes, donde varios exámenes para discapacitados se repartieron con respuestas señaladas.
En los foros de internet ya se promueve una impugnación masiva y el comité de empresa del Ayuntamiento estudia también jurídicamente la situación porque hay, según distintas fuentes sindicales, irregularidades suficientes para recurrir. Durante todo el día de ayer se recibieron quejas en las oficinas de las secciones sindicales. El contenido fue uno de los elementos más criticados. Según fuentes sindicales conocedoras del proceso, se incluyeron preguntas ajenas al temario de la primera prueba –hay aún otras dos pruebas más– y algunas fueron “excesivamente rebuscadas” para los puestos que se ofertaban. “Han venido abogados a revisar el examen y no sabían algunas respuestas”, apuntaban ayer desde el comité de empresa.
En las primeras oposiciones que se celebran desde hace cinco años en el Ayuntamiento se establecieron numerosos mecanismos de control para evitar una filtración. De hecho, el jurado, compuesto por técnicos municipales y uno de la Junta, se reunió el mismo domingo por la mañana para elaborar las preguntas y permanecieron todo el día juntos.
A este sistema algo precipitado se atribuyen errores como el cometido en Reina Mercedes, donde, según fuentes sindicales, se repartieron las respuestas a doce preguntas por equivocación en los exámenes de los discapacitados. Una irregularidad que los sindicatos coinciden en señalar como las más grave. El Ayuntamiento la admitió, aunque señaló que afecta a menos preguntas –aludió a unas seis– y que serán invalidadas en el edficio donde se produjo.
“Hemos visto varias irregularidades, y es grave teniendo en cuenta que son personas que llevan años preparando las oposiciones. Se les hizo escribir con lápiz y no se pudieron llevar copias, con lo que no hay garantías para recurrir de que no se hayan cambiado las respuestas. Ha habido preguntas fuera de temario y demasiado difíciles, pese a que dijimos que no debían tener un nivel tan alto. Estamos estudiando si impugnarlo, pero va a ser un problema muy grave”, explicó el presidente del comité de empresa y secretario general de CCOO, Manuel Gutiérrez. El secretario general de UGT, Santiago de los Reyes, se expresó en términos similares: “Lo ocurrido puede tener consecuencias graves. Cualquier solución que se le dé será mala y perjudicará a alguien. Pero debido a las numerosas quejas que hemos recibido estudiaremos si apoyamos una posible impugnación del examen. Es la primera vez que en unas oposiciones no hay representantes de la junta de personal y se ha metido la pata”. La Delegación de Recursos Humanos defendió as oposiciones como el trabajo del tribunal.
Pero los afectados se organizaban por Internet para protestar. “El examen ha sido una burla en toda regla, No lo podia creer cuando lo estaba haciendo”, apuntaba Lola. “Estudiando el temario de las bases es imposible sacar nota en este examen”, subrayaba María.
