El nuevo ministro de Justicia, Francisco Caamaño Domínguez, es la antítesis de su antecesor. Si a Bermejo se le acusaba de prepotente, poco negociador y amigo de cualquier conflicto o enfrentamiento con la oposición, Caamaño es todo lo contrario. Tiene talante para el diálogo, y es una de las personas más afines a la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega. En el PSOE confían tanto en su capacidad negociadora y de diálogo que le fue encomendada la dura tarea de negociar los estatutos autonómicos de Andalucía y Cataluña, uno de los asuntos más espinosos de la primera legislatura de Zapatero.
Ahora, como ministro de la cartera más polémica del mandato, deberá retomar el diálogo con el colectivo de jueces y sus reclamaciones -los magistrados ya lo ven como una puerta abierta a la esperanza- después de que Bermejo no consiguiera nunca el entendimiento con los representantes de la carrera judicial y España sufriera el pasado día 18 por primera vez en su historia una huelga de jueces.
Durante los últimos cinco años, Caamaño ha servido de enlace entre el Gobierno y el Parlamento, un puesto de gran confianza del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. También puede presumir el nuevo responsable de Justicia de poseer la mayor consideración personal y profesional de José Blanco, vicesecretario del PSOE y hombre de gran peso en el partido, y José Antonio Alonso, portavoz parlamentario de los socialistas. Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes desde 2004 y de Asuntos Constitucionales y Parlamentarios en la segunda legislatura de Zapatero, Francisco Caamaño nació en la localidad de Cée (La Coruña) el 8 de enero de 1963. Está casado y es padre de dos niñas.
El nuevo ministro de Justicia es catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Valencia y ha sido letrado del Tribunal Constitucional durante ocho años.
Discreto, trabajador y fino jurista, según dicen los que bien le conocen y han trabajado estrechamente con él, Francisco Caamaño ocupó un papel clave en el acuerdo final para la reforma del Estatuto de Cataluña aprobado por el Congreso el 30 de marzo de 2006 y por el Senado el 10 de mayo del mismo año. Como gran mérito en la negociación hay que apuntar que fue idea suya la fórmula de incluir la palabra "nación" en el preámbulo del texto estatutario catalán, esquivando así los problemas constitucionales que pudiera acarrear la definición de Cataluña como nación. Durante las últimas semanas Caamaño estaba preparando el nuevo Estatuto de Castilla La Mancha y el candidato a la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño, desveló ayer que el relevo le ha cogido "con el pie cambiado" porque tenía en mente a Caamaño para que formara parte de su Gobierno si gana las elecciones del próximo 1 de marzo.
Licenciado en Derecho por la Universidad de Santiago de Compostela en el año 1986 y tras una etapa de docencia en Galicia, fue designado letrado del Tribunal Constitucional en 1993, puesto que ocupó hasta 2001 en que regresó a la universidad. Ese mismo año fue nombrado Director de la Fundación Democracia y Gobierno Local cuyo patronato está constituido por diversas Diputaciones Provinciales, Cabildos y Consejos Insulares.
En octubre de 2002 obtuvo por oposición la plaza de catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia. El 19 de abril de 2004, en el primer Consejo de Ministros del nuevo gobierno socialista, fue designado secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, dependiente del ministerio de la Presidencia, y sustituyó entonces a Jorge Fernández Díaz, del Partido Popular.
Durante su mandato ha intervenido además en la solución del voto para las elecciones municipales de extranjeros residentes en España. Es autor de numerosos libros y monografía sobre Derecho Constitucional y asuntos parlamentarios.
Caamaño se colegió como abogado en el Ilustre Colegio de A Coruña aunque pasó a la situación de no ejerciente en 1989. Como profesor ha impartido clases de Derecho Constitucional, Derecho Comunitario y Autonómico e, igualmente, ha ofrecido un gran número de conferencias, seminarios y cursos de doctorado y de postgrado.
Fue además codirector de la Revista Cuadernos de Derecho Local (QDL) y ha figurado en diversos Consejos de redacción de otras publicaciones sobre Derecho Público y Constitucional. Como principal mérito reconocidos, Francisco Caamaño está en posesión de la Medalla del Tribunal Constitucional.
