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Un extra de millones... y todos a soñar

Torreblanca disfruta de una feliz resaca tras recibir el mayor premio del cupón en Sevilla.

el 10 ago 2012 / 10:22 h.

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David Rama y Vanesa Martín son dos de los afortunados con el cupón premiado en Torreblanca.

¿Que en Torreblanca han tocado 27 millones de euros?... No se hablaba de otra cosa ayer por la barriada. En las calles, en el mercado, en la frutería y hasta en la zapatería del chino Luis era el tema de conversación más recurrente de una mañana en la que no pesó ni siquiera el calor. Ni las altas temperaturas ni las horas que acumulaban sin dormir los agraciados con cada uno de los 120 premios que el sorteo extra de verano de la ONCE había repartido la noche del jueves. La madrugada había tenido tintes de fiesta, cantes, bailes y lágrimas por la emoción, pero la ilusión por compartir la felicidad con los demás pesaba más que la resaca.

En la calle Torremejías donde el afortunado cuponero vendió los boletos del 74.236 se respiraba cierta tensión contenida. Todo el mundo lo esperaba a él, a Francisco Pereira, que no sólo había repartido millones entre sus vecinos sino al que también le había sonreído la fortuna con un pellizquito de 60.000 euros. A Paco -como le llaman sus vecinos- le acompañaba el sambenito de no haber dado durante estos cuatro años ni un premio importante, "sólo algunos de 300 o 500 euros", recordaba él. Pero todo eso ya no importaba. El cuponero hacía acto de presencia, con porte heroico y ristra de boletos colgados del cuello, acompañado por el delegado territorial de la ONCE en Andalucía, Patricio Cárceles, y arropado por el agradecimiento que le dedicaron sus vecinos en forma de aplauso callejero.

Agachaba la cabeza en un símbolo de rubor que dejaba aparecer ciertas dosis de humildad. A él le habían tocado diez millones -allí se entendían aún por el lenguaje de la peseta-, pero lo que más resaltaba por aquel entonces era que el premio había llegado "a vecinos a los que les hacía mucha falta". Emocionado, recordaba que pasaba la noche sentado al fresco en la puerta de su casa cuando sonó el teléfono. Lo atendió su esposa, Luz María Felardo. "Los jefes nos contaron que habíamos dado el premio más alto de la historia del cupón en Sevilla", recordaba.

Se descorcharon botellas de champán, hubo gritos de alegría, saltos, lágrimas... porque Paco sí ponía nombres y apellidos a cada uno de los agraciados. Tenía claro que el premio había caído íntegramente en el barrio y que la mayor parte del dinero se había repartido entre los vecinos de la calle Sauce y los clientes del bar El Chaparral. Era quizás la zona más necesitada del barrio, donde el paro y las hipotecas son los grandes azotes de cada día. Los tenía localizados a todos menos al enigmático afortunado que llevaba el cupón con la serie de los 20 millones de euros. Sobre él, muchos rumores y poco más.

Hubo más de un vuelco al corazón, sobre todo cuando María Luisa, una de las clientas más leales a Paco, aseguraba que le habían tocado en el sorteo 20 millones. "A ella, a ella le ha tocado el gordo", comentaban. Falsa alarma. Otra vez el lenguaje de las pesetas jugó una mala pasada. Lo que sí le había tocado a esta ama de casa eran dos cupones por valor de 120.000 euros que pensaba estirar "para pagar trampas, mi casa y unas buenas vacaciones". Era realmente todo un respiro para una economía como la suya en la que todo la familia estaba sin empleo. Con su marido y su hijo en paro era normal que María Luisa no hubiera podido dormir "en toda la noche".

En Torreblanca nadie pudo conciliar el sueño. Tampoco David Ramas, un joven trabajador de 25 años al que la vida le sonrió el jueves por dos veces. Era el día en el que cumplía 25 años. Un primer cuarto de siglo al que el sorteo de la ONCE le acompañó con el mejor regalo de cuantos pudo recibir. Su novia, Vanesa Martín, con la que lleva viviendo varios años en un piso de la barriada, le dijo que le regalaría un cupón por este día, "a ver si así salimos adelante". El 74.236... que le tocó. Ahora espera que estos diez millones de las antiguas pesetas les permitan "tapar algunos agujeros" y disfrutar de unas buenas vacaciones en compañía de su novia. "Me lo merezco, llevo toda la vida trabajando", reconocía el premiado.

La felicidad cruzaba de una acera a otra, igual que lo hacía a duras penas Paco, el vendedor más buscado durante toda la mañana. Entre los vecinos había una satisfacción tan grande que, hasta los que siempre compran y no lo llevaban o los que no confían en este tipo de juegos de azar, se alegraban por la lluvia de millones que había caído sobre un barrio en sequía de buenas noticias. Sin olvidar a aquellos que, cupón en mano, buscaban el icono sagrado que para ellos representaba la cabeza de Paco a ver si todavía seguía habiendo suerte y a los euros les daba por quedarse en el barrio.

Millones orientales. "Me he puesto muy nervioso", titubeaba el zapatero oriental de la calle Torremejía, Luis Xian. Aunque su verdadero nombre no tenga nada que ver con ese, sus vecinos del barrio le han bautizado cariñosamente en los dos años que lleva trabajando entre ellos. Esos amigos son los que le avisaron de que le habían tocado 60.000 euros en el cupón. "Yo les dije, ¿y qué hago?. Ellos me respondieron que lo metiera en el banco y de allí vengo". Así de natural, casi como si la historia no fuera con él.

Luis vino a España casi con su familia al completo. Su padre, su madre y su hermano comparten su vida en el barrio pero en su país dejó a muchas personas a las que ahora espera volver a ver gracias a esta ayuda en forma de millones. En China quedan aún su abuela, su tía y su prima, a las que irá a visitar. Eso sí, en un viaje de ida y vuelta, porque tiene claro que con este premio "no da para quedarme allí". Se va de vacaciones, después de jugar hasta el extremo y tener suerte. En su país le espera su pareja a la que no ve desde hace dos años. En Torreblanca se queda la ilusión de una jornada, casi sacada de un cuento de hadas, en las que no pesaron ni el paro, ni lo duro que se les hace llegar a fin de mes. Llovieron millones de felicidad a 40 grados y en pleno mes de agosto. El sueño de una noche de verano.


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