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Un fallo para sacar la política del aula

¿Adoctrinamiento? El Tribunal Supremo ha sentenciado lo que se puede constatar con un repaso a los libros -de editoriales de distinta procedencia- de Educación para la Ciudadanía. Es, dice el fallo, una asignatura en la que no cabe la objeción de conciencia porque, sencillamente, no entra en...

el 15 sep 2009 / 21:59 h.

¿Adoctrinamiento? El Tribunal Supremo ha sentenciado lo que se puede constatar con un repaso a los libros -de editoriales de distinta procedencia- de Educación para la Ciudadanía. Es, dice el fallo, una asignatura en la que no cabe la objeción de conciencia porque, sencillamente, no entra en el adoctrinamiento moral, religioso o político. Lo que sí está politizado es un debate que nunca debió entrar en las aulas.

Agravio. Es la palabra que circula de PSOE a PP y de PP a PSOE en Málaga. Chaves se fue el viernes a la capital de la Costa del Sol a intentar desactivar el discurso popular sobre las cosas que se quitan a Málaga para llevarlas a Sevilla. El presidente evitó, no obstante, entrar en la censura directa. Alertó de los riesgos de este debate, pero justificó que los alcaldes de Sevilla (PSOE) y Málaga (PP) barran para casa.

Lo hacen porque creen que es lo mejor, dijo Chaves. Un día después, Francisco de la Torre mantuvo su bienintencionada crítica a la fusión de las cajas y aseguró que supondría el "sacrificio" de Unicaja, la entidad de más dimensión. Queda mucho por hablar para que esta caja se una finalmente a Cajasol porque una cosa parece clara: sin el acuerdo de los dos grandes partidos no será posible.

Descontento. Patronal y sindicatos no están por la labor de bendecir todo lo que hace la Junta si no le consulta antes. La reforma presentada esta semana para reducir la burocracia en la Administración recibió la crítica de los agentes sociales que, según creen en el Gobierno andaluz, están molestos porque no conocían la iniciativa.

La Concertación, por cierto, sigue pendiente de convocatoria.

Vivienda. El Gobierno elimina las ayudas que recibían los propietarios por sacar en alquiler sus viviendas. Tampoco hay mecanismos legales para penalizarles por no arrendar sus pisos vacíos. Ni la vía coercitiva ni la del incentivo parecen funcionar -pese a los variados experimentos- para atajar uno de los males del mercado de la vivienda: la escasa oferta para el alquiler.

icarretero@correoandalucia.es

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