Cultura

Un fichaje de largo recorrido

el 29 jul 2011 / 16:27 h.

 TERCIA REALIDAD XIII

Noches en los Jardines del Real Alcázar. 28 de julio. Programa: El último trovador. Obras anónimas y de Alfonso X, Guiraut Riquier, Jaufre Rudel y Raimbaut de Vaqueiras, entre otros. Intérpretes: Tercia Realidad XIII (Jorge Jiménez,vielle, rebec y dirección. Guillermo Peñalver, flautas. José Luis Pastor, cuerdas pulsadas medievales. Joy Smith, arpa medieval, percusión).

A estas alturas no hará falta insistir en la salud de la que goza la música antigua en Sevilla. Algo que depende directamente, no sólo de programaciones y ciclos, si no también y de manera esencial de la cantidad de músicos formados aquí o que han decidido establecerse en la ciudad. Sólo así se explica que un grupo de corto recorrido como Tercia Realidad haya sido capaz en un par de semanas de ofrecer dos programas tan contrastados y ejemplarmente resueltos como los que han interpretado en el escenario de las Noches en los jardines del Real Alcázar.

Si en formato de trío, el grupo que lidera el violinista Jorge Jiménez abordó con solvencia un homenaje a François Couperin, con la formación ampliada hasta cuatro miembros, el grupo fue capaz de ofrecer el jueves un vistoso programa alrededor de las músicas instrumentales del medievo. De un lado es este un repertorio que generalmente se deja a un lado en beneficio de las obras con presencia de voz. De otro es de agradecer la sabia contención de Tercia Realidad a la hora de mantener distancia de adornos excesivos y de no caer en la tentación de la percusión, cuyo uso en muchas ocasiones referidas a la música de este periodo es a todas luces excesivo.

Como Poden per sas culpas, la célebre Cantiga de Santa María, recibió una visión briosa, tabernera pero siempre controlada, evitando caer en el exceso virtuoso, dando en todo instante la apariencia de una música más aprehendida que juiciosamente ensayada. En fin, ese márchamo de espontaneidad que tanto agradece la música medieval es del dominio de Tercia Realidad pese a que bien harían en favorecer más los dúos, inclusive las piezas a solo, para romper la uniformidad del sonar del cuarteto.Un instante de especial belleza merecedor de ser retenido lo otorgaron José Luis Pastor en la cuerda pulsada y Joy Smith en el arpa medieval en la pieza bien fraseada y de evocadores paisajes de Jaufre Rudel. No estuvieron fuera de lugar las palabras de la arpista inglesa presentando muy cinematográficamente la composición de Richard The Lionheart, Ja nuns hons pris.

Sin concesiones a la galería, el recital fue dicho en un poco menos de una hora, concentrado y con especial protagonismo del arpa en detrimento de las flautas del siempre entonado Guillermo Peñalver, quien debería agenciar partituras con mayor presencia de sus instrumentos para futuras propuestas. Es de esperar que el ciclo que admirablemente dirige Miguel Ángel González tenga en cuenta en el futuro a este nuevo fichaje.

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