Un funambulista de 21 años que se cayó al suelo desde una altura de 12 metros al finalizar su actuación conmocionó ayer al público, mayoritariamente infantil, que seguía el espectáculo en la carpa del Circo Mundial instalado en la Feria.
Pero, asombrosamente, sufrió tan sólo heridas de poca consideración y ni siquiera tuvo que ser hospitalizado: la Clínica Sagrado Corazón le dio el alta tras inmovilizarle el tobillo izquierdo, en el que tenía una fractura del hueso, y la muñeca izquierda, donde se le detectó una fisura, según informaron fuentes del centro sanitario.
El suceso ocurrió en torno a las 20.30 horas cuando el joven, llamado Sergio y de nacionalidad venezolana, acababa de terminar su actuación como miembro del Trío Ayala, un grupo de funambulistas que realiza un espectáculo circense sobre el alambre, situado en este caso a 12 metros de altura, el equivalente a una cuarta planta.
Sin red. Los artistas estaban bajando de la estructura, que no tenía colocada debajo una red de protección, y el primero de los tres lo hizo sin problemas. Pero cuando el joven Sergio trataba de descender por la cuerda situada en un lateral del alambre, un fallo provocó su rotura y el chico cayó al suelo, provocando la alarma del público.
El servicio de emergencias 112, que recibió el aviso, envió una ambulancia convencional del 061 que sólo detectó contusiones y que trasladó al herido a la Clínica Sagrado Corazón, donde fue atendido por los servicios de Urgencias.
Las radiografías detectaron la existencia de una fractura y una fisura en su tobillo y muñeca izquierdas, que no requirieron ninguna operación, sino tan sólo la inmovilización antes de recibir el alta. El joven pudo volver al circo anoche, y su representante indicaba que en unos 15 días podría estar de nuevo trabajando, lo que significa que no podrá actuar durante la Feria de Abril.
El incidente provocó, además del susto del público, un retraso de unos 20 minutos en la segunda sesión del circo, en la que también se trabajó sin red, si bien algunos de los trapecistas sí usaban arneses, aunque no todos.
Eso sí, a la entrada los asistentes, muchos de ellos niños, no dejaban de comentar tan curioso accidente laboral, cuyos resultado en un principio se temió que pudieran ser más graves. El Circo Mundial está instalado desde hace unos días en la Calle del Infierno de la Feria, y continuará ofreciendo su espectáculo durante toda la semana.
