Local

Un 'géiser' colapsa el acceso a Nervión

Los trabajos de perforación del futuro túnel que irá en Diego Martínez Barrios se encontraron con una tubería en el camino hacia el subsuelo. El resultado fue la erupción de una columna de agua que salió a presión, alzándose por encima del hotel Viapol Center. (Foto: Javier Cuesta).

el 15 sep 2009 / 02:32 h.

TAGS:

Los trabajos de perforación del futuro túnel que irá en Diego Martínez Barrios se encontraron con una tubería en el camino hacia el subsuelo. El resultado fue la erupción de una columna de agua que salió a presión, alzándose por encima del hotel Viapol Center. La calle quedó anegada al instante y el tráfico de acceso a Nervión se colapsó.

En torno a las 10.30 de la mañana de ayer, un camión-perforadora inició el sondeo de tierra en un punto marcado en la mediana de albero de la calle Diego Martínez Barrios, entre el cruce de Cuatro Vientos y Ramón y Cajal. Su objetivo era excavar "unos 15 o 20 metros hasta dar con tierra firme", donde poder construir los cimientos del futuro paso subterráneo previsto en la obra de ampliación del Metrocentro.

"Por aquí los coches irán por debajo, y el tranvía por arriba", recordaban ayer los técnicos. Sin embargo, cuando la perforadora llevaba dos metros y medio de profundidad, "la punta pinchó en algo metálico, el agujero empezó a llenarse de agua y al segundo estalló por la presión".

La perforadora trabajaba en un agujero de dos metros cuadrados cuando rompió una tubería de Emasesa que, supuestamente, no debía estar allí. "Emasesa ya había hecho la cata y nos indicó dónde picar.

Su trabajo es venir aquí con un plano de las tuberías que corren por debajo y decirnos dónde podemos perforar. Ni siquiera teníamos que habernos acercado a la tubería", comentaba ayer uno de los técnicos de la obra. Al agujerear la cañería, la presión del agua levantó el camión un palmo del suelo y partió la broca de la perforadora en dos trozos.

Durante una hora y 20 minutos no dejó de salir agua, al principio con tanta fuerza, que arrancó de cuajo una rama de diez centímetros de grosor de un árbol que estaba justo encima. El agua estuvo saliendo a borbotones casi una hora: inundó la carretera, las aceras y la mediana que, al ser de albero, hizo que toda la calle quedara embarrada y empantanada cuando finalmente cortaron el suministro.

'Una piscina'.

"No se puede pasar por aquí, señorita". "¿Por qué, qué pasa?". "¿Ve el chorro de agua que asoma por encima de los árboles, el que llega hasta la sexta planta de aquel edificio? Por eso no se puede pasar.

Toda la calle está inundada". Un agente de Policía cerró el paso al tráfico en Cuatro Vientos, hasta donde llegaba el gran charco. Pero hasta que llegó la Policía, los coches siguieron pasando, a pesar de que la presión del agua estaba arrancando cascotes de tierra y piedras que levantaba a 20 metros de altura y los dejaba caer sobre los coches.

"La gente está loca. Les da igual que les lluevan piedras, con tal de no desviarse", decía Matilde, que se paró a mirar, camino de su casa, con los zapatos llenos de barro. "Esto es como una piscina olímpica donde los coches van nadando", comentaba Olga.

Pero el problema se agravó cuando la Policía tuvo que cerrar el cruce entre San Francisco Javier y Ramón y Cajal, que es la salida natural del tráfico que absorbe el corazón comercial de Nervión.

Durante horas, ese acceso se convirtió en un inmenso charco y, en medio, una especie de géiser de 20 metros de altura. Tardaron casi cuatro horas en reabrir el tráfico parcialmente. Una mañana de caos.

Lo que se estaba haciendo ayer era un sondeo geotécnico para ver a qué profundidad se puede construir el paso subterráneo. En el suelo de Sevilla, lo primero que se encuentra es grava, que tiene demasiada agua y no es estable.

Se hacen "pruebas de golpeo" para encontrar un firme y el material idóneo es las margas azules, que es lo que sirve de cimientos a los edificios, los túneles...

Emasesa reconoció ayer haber errado en el lugar donde realizó la cata subterránea. Dos metros más abajo había una tubería de 400 milímetros de grosor y la perforadora no tardó en encontrársela. La empresa pública de aguas aseguró ayer que el suministro de la zona no se vería afectado, porque en la zona habían bifurcado las redes de suministro para que no se perdiese agua, en caso de accidentes como los de ayer.

  • 1