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Un grupo de empresarios planea una red de posadas ecuestres en el Aljarafe

El grupo de empresarios, entre los que se encuentra el propietario de Equiberia, Alfonso Gonzalo de Bustos, está en pleno proceso de reforma y adaptación de tres haciendas destinadas al turismo ecuestre.

el 28 mar 2010 / 20:13 h.

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El deseo de este grupo de empresarios es generar áreas de descanso que permitan las rutas a caballo por parajes naturales del Aljarafe como éste.

Con el gaznate seco y el ropaje lleno hasta arriba del polvo que levantaban con el trote de sus sementales, los señores de capa y espada del siglo XVII buscaban refugio en las posadas de los caminos del Aljarafe. Y allí hallaba el reposo para él y su caballo, que descansaba en las cuadras. Unos siglos después, cuando el boom del ladrillo ya ha tomado parte de estas tierras, un grupo de empresarios pretende rescatar esa tradición de las posadas ecuestres, con la puesta en marcha de tres haciendas que se conectarán entre sí con rutas a caballo.

El grupo de empresarios, entre los que se encuentra el propietario de Equiberia, Alfonso Gonzalo de Bustos, está en pleno proceso de reforma y adaptación de tres haciendas destinadas al turismo ecuestre. Así, dará cobijo a aquellos que estén interesados en disfrutar de paseos a caballo por las vías pecuarias y cordeles del Aljarafe -entre ellos, el camino de El Rocío-, pero también abre la posibilidad a que los turistas puedan venir con sus propios caballos y que se muevan con libertad de una hacienda a otra, tal y como se hacía antiguamente.

El enclave de las tres haciendas hace que los caballistas puedan disfrutar de los caminos que llevan hacia El Rocío o los parajes que hay en los pinares de Aznalcázar, por citar algunos ejemplos. Y es que las haciendas que participarán en el proyecto conforman un triángulo en pleno corazón de Doñana: son la hacienda Gelo, situada en Benacazón, la hacienda Torrequemada, en el límite de Bollullos de la Mitación, y Ardea Purpúrea, que está ubicada en Villamanrique de la Condesa.

Todavía no hay caballos, ya que las haciendas están en pleno proceso de reforma y acondicionamiento. Es el caso de la hacienda Gelo, que se encuentra en un camino rodeado de olivos y encinas, algunas de ellas ya centenarias. El edificio era una antigua cochinera que se está rehabilitando para, respetando las medidas, habilitar las habitaciones, un salón para comidas y espacios amplios para cabalgar. Sí que han terminado parte de las cuadras, "diseñadas para que no le falte nada al animal", tal y como precisa este grupo de empresarios. Hasta han adquirido acebuches de Villamanrique "con más de 300 años".

Desde esta hacienda se podrá ir a caballo a cualquier punto del Aljarafe y de Doñana gracias "a unas rutas ya diseñadas", según explicó Antonio Gonzalo de Bustos. Una de ellas pone rumbo hasta la hacienda de San Ignacio de Torrequemada por el cordel Triana-Villamanrique. La finca, que se remonta a la época romana, está llena de historia y se utiliza como salón de celebraciones. Pero tiene otra parte que está en desuso, entre ella una antigua ermita y un pajar, que se recuperará para convertirse en alojamiento para el jinete y su animal. Estas dos posadas ecuestres se conectarían con Ardea Purpúrea, una finca de nueve hectáreas que está a las puertas de Doñana.

La idea es contar no sólo con los servicios relacionados con el mundo del caballo, sino dar una oferta variada que "aproveche los recursos de la comarca. Entre las opciones que actualmente se están barajando, están organizar comidas campestres y ofrecer una serie de posibilidades turísticas que ya de por sí existen en el Aljarafe, como el avistamiento de aves a los paseos en mountain bike.

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