La buena noticia es que un grupo inglés está interesado en comprar el edificio municipal de Diego de Riaño por 9,5 millones. La mala, que no ha presentado una oferta según los requisitos que marcaba el concurso abierto por Tussam. Por tanto, los planes para sanear la empresa municipal tendrán que esperar todavía más.
El pasado día 22 fue el último día para que llegasen a Tussam las ofertas para comprar el edificio del Ayuntamiento en Diego de Riaño. Sólo una empresa inglesa lo hizo, pero no por los cauces establecidos, así que su propuesta no es legal. La compañía utilizó un burofax, una vía no recogida en las bases del concurso abierto. Así pues, su oferta no es oficial.
No obstante, según fuentes municipales, la proposición del grupo inglés "encaja" con lo establecido por Tussam, que pide 9,5 millones de euros por el edificio, Diego de Riaño número 10. Eso sí, habrá que ver ahora si la empresa municipal convoca un nuevo concurso o se decanta por el procedimiento negociado. En todo caso, el proceso se volverá a demorar.
Las fuentes consultadas, de hecho, aseguraron que ante la crisis económica "lo prudente es esperar" y analizar legalmente si la oferta del grupo inglés es conveniente o no. Aunque el formato no haya sido el idóneo, su oferta económica ha sido muy bien recibida.
Y es que en diez meses, el Consistorio ha tenido que rebajar dos veces el precio de venta del edificio de la calle Diego de Riaño, con la que busca sanear las cuentas de Tussam. En febrero lo sacó a subasta por 13 millones de euros, pero al no presentarse ningún comprados optó por negociar con las promotoras una rebaja, hasta los 11,5 millones. Entonces, tampoco cuajó el precio, así que volvió a sacarlo a concurso por 9,5 millones de euros.
Hace poco menos de un año los 10.000 metros cuadrados de este edificio hubieran sido una caramelo para los promotores inmobiliarios, sobre todo porque en ellos se podrán construir viviendas de renta libre, pero la crisis ha echado por tierra los planes municipales. Además, lo valioso es el suelo, puesto que el edificio en sí está en muy mal estado. De hecho, lleva vacío más de un año, cuando la Gerencia de Urbanismo ordenó el desalojo de los funcionarios que allí trabajaban.
La subasta pública de la antigua sede de Tussam en Diego de Riaño y de los terrenos que ésta ocupa formaban parte de una estrategia para sanear las cuentas de la empresa municipal de transportes. Tussam soporta una deuda de más de 40 millones de euros y pretendía saldar parte de estos deberes con el dinero que sacase de la venta del edificio junto al Prado.
El Consistorio estimó un precio inicial de 9 millones de euros por el inmueble, pero quiso sacar más partido y, tras consultar a la empresa de tasación Tinsa, finalmente lo sacó a concurso público el pasado mes de febrero por 12.835.145 euros. La subasta quedó desierta. Seis meses después, en septiembre, el vicepresidente de la sociedad de transportes, Guillermo Gutiérrez, buscó una alternativa y empezó a negociar directamente con las promotoras interesadas en el proyecto, para lo cual ofertó una primera rebaja del 10% sobre el precio inicial de salida: 11,5 millones de euros.
La negociación tampoco dio frutos, así que Tussam tuvo que sacar un nuevo concurso público y le puso un precio de 9,5 millones de euros, medio millón de euros más que el primer precio que Tussam había estimado por conside7rarlo insuficiente.
La estrategia para acabar con los números rojos de Tussam incluye dos operaciones que, por ahora, están frenadas por la crisis. El Ayuntamiento prevé vender el edificio de Diego de Riaño para la construcción de viviendas y, ademas, recuperar el edificio de Moneo en el Prado, un proyecto del Gobierno del PP que incluyen oficinas y aparcamientos.
