La huelga de autobuses de Barcelona convocada desde ayer hasta el viernes se inició con un incidente en la cochera de Sant Andreu en el que resultó herido un guardia urbano y un trabajador fue detenido por esa agresión.
El altercado se produjo cuando los piquetes intentaban informar a los vehículos de los servicios mínimos.
La Guardia Urbana cargó, según fuentes sindicales, y en el forcejeo fue detenido un delegado de CGT por una presunta agresión a un agente municipal, que resultó herido. En las otras cocheras de Autobuses de Barcelona también hubo episodios de tensión entre los efectivos policiales y los piquetes informativos pero no hubo incidentes destacables, por lo que los vehículos salieron a su hora.
Los servicios mínimos se cumplen con normalidad, dijo el presidente del comité de empresa de Autobuses, Saturnino Mercader, que informó de que se ha pedido una reunión urgente con el Departamento de Trabajo para que establezca "claramente" a qué hora deben salir los autobuses de las cocheras.
La empresa y los dos sindicatos convocantes del paro discrepan sobre este tema ya que TMB considera que los autobuses deben salir de las cocheras con tiempo para llegar al inicio de las paradas a la hora de salida de los mínimos mientras que CGT y Actub opinan que los vehículos han de partir de las cocheras a la hora que marca el decreto de la Generalitat y no antes.
Fuentes de TMB informaron de que la noche del domingo, poco antes del inicio de la huelga, se registraron roturas de cristales y pinchazos de ruedas en seis autobuses que circulaban por la ciudad de Barcelona, sin que ningún pasajero resultara herido. La empresa constató que se han sellado con silicona las cerraduras de entrada a 14 estaciones.
