Una mujer de 46 años murió ayer al recibir un disparo de escopeta en la cabeza en el bar que regentaba en Ciudad Rodrigo (Salamanca). El presunto autor del crimen se entregó poco después a la Guardia Civil y confesó haber matado a la víctima.
La mujer, con iniciales H.A.A y de nacionalidad marroquí, regentaba el bar Lisboa desde hace algo más de un mes junto con otras dos mujeres. Recibió un disparo cercano de escopeta que le alcanzó de pleno en la cabeza, según aseguraron fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Salamanca. El presunto autor de la muerte es F.M.S, de 64 años, vecino de la localidad salmantina de Fuenteguinaldo, quien se entregó a las 12.15 horas en el cuartel de Ciudad Rodrigo.
Según varios testigos presenciales, el detenido entró en el bar con una escopeta oculta en un saco y dijo a dos clientes que salieran del local, tras lo que se oyó el disparo. Estos dos clientes confirmaron que el detenido les amenazó y les conminó a que abandonaran el local, momento en el que el presunto asesino disparó contra la víctima y ellos han salido corriendo del establecimiento.
El escenario. Ese momento coincidió con la salida de misa de las personas que habían asistido al oficio del domingo en la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, próxima al lugar, y que pudieron escuchar la detonación. Paulino Sánchez, uno de los clientes que se encontraban dentro del local cuando entró el agresor, dijo a los periodistas congregados en el lugar que el presunto asesino ya había intentado el día antes atropellar a la víctima en una calle de Ciudad Rodrigo. El cadáver de la mujer, que presenta un único disparo en la cabeza, fue trasladado tras la orden del juez de guardia al Tanatorio de la Dolorosa.
Los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil permanecieron durante casi cuatro horas recogiendo pruebas en el establecimiento donde se produjeron los hechos, que permanece precintado y ante el que se arremolinaron cientos de curiosos.