La aseguradora de un hotel sevillano ha pagado 35.111 euros de indemnización a un cliente que se fracturó el fémur al caer por una escalera como consecuencia de una falsa alarma de fuego provocada por la gamberrada de dos jóvenes.
El accidente ocurrió a las 4 de la madrugada del pasado 23 de mayo en el hotel Al Andalus de Sevilla, cuando saltó una alarma de fuego como consecuencia de la gamberrada de dos chicas que volvían de una boda.
El afectado J.L.B. salió corriendo de su habitación escaleras abajo, pero se cayó y se fracturó el fémur, por lo que estuvo siete días hospitalizado, fue operado y una primera valoración médica prevé que permanezca 173 días impedido para sus ocupaciones habituales.
El abogado del lesionado, Joaquín Moeckel, ha informado a Efe de que aunque la aseguradora del hotel rechazó en un primer momento responsabilizarse del siniestro, alegando que debían reclamar contra las autoras de la gamberrada, finalmente ha accedido a abonar una primera cantidad de 35.111 euros, aunque la cuantía final será determinada cuando el lesionado concluya la rehabilitación.
Las dos chicas, identificadas como A.G.G. y M.V.L., regresaban de una boda con sus respectivas parejas y activaron voluntariamente una alarma de fuego, por lo que se han comprometido por escrito a abonar los gastos derivados de su acción.
El lesionado es un periodista residente en Valencia, director de una revista de toros, por lo que la indemnización abarca los gastos de avión, los días de recuperación, la operación quirúrgica y los perjuicios estéticos derivados de la cicatriz de 24 centímetros que le ha quedado, según Moeckel.
El abogado ha destacado que este acuerdo se ha alcanzado sin necesidad de llegar a los tribunales, si bien no descarta denunciar penalmente a las dos jóvenes por un presunto delito de lesiones.
Moeckel ha aportado su propio informe médico según el cual los días de impedimento se elevarán a 196 en lugar de los 173 reconocidos hasta ahora, a los que habrá que añadir otros 140 días en los que, aunque el periodista se incorpore a su actividad, tendrá limitaciones derivadas de la rehabilitación.
Por ello, el letrado calcula que la indemnización final podría elevarse en otros 12.000 euros.
El juzgado de instrucción 19 de Sevilla abrió unas diligencias iniciales como consecuencia del parte médico y en un primer momento la aseguradora se negó a asumir el siniestro pues tenía "autores conocidos", según ha explicado Moeckel.
